¿Cómo cuidar la nutrición infantil?

Aunque siempre se usa como argumento el aumento verídico de la obesidad en niños, aunque realmente no hace falta llegar hasta dicho extremo para ver los efectos negativos de una mala alimentación en niños.

La obesidad y el sobrepeso pueden derivar en problemas de salud tan graves las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, la diabetes, la hipertensión e incluso, algunos tipos de cáncer. Por tanto, tener una buena alimentación desde la infancia es imprescindible para protegernos de estas dolencias. Además, es durante este periodo de tiempo cuando se aprender a comer y se adoptan hábitos alimentarios.

Beneficios de una alimentación saludable en niños

Una alimentación saludable en niños va a proveer todos los nutrientes necesarios para un correcto crecimiento de huesos y músculos; previene dolencias típicas de la edad como la anemia ferropénica, la desnutrición o el estreñimiento; y ayuda a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Entre otros beneficios muy importantes, podemos encontrar el hecho de que, una alimentación correcta ayudara a mantener la flora bacteriana de los niños en equilibrio y va a reforzar el sistema inmunológico de los niños. También va a contribuir a mantener las defensas altas, las cuales participan en el combate constante de virus o agentes extraños que estén en contacto con nuestro cuerpo, por lo tanto los protegen de fiebres, gripes y otras infecciones que son realmente fácil de contagiar.

Los niños tienen varias necesidades nutricionales, principalmente se les debe de proveer:

  • Energía.
  • Proteínas.
  • Hidratos de carbono.
  • Fibra.
  • Grasas.
  • Vitaminas.
  • Minerales.

Cambios de las necesidades

La edad es un factor determinante de las necesidades alimentarias que tendrán los niños, y por lo tanto ira variando tanto como esta. Se pueden establecer tres diferentes etapas de edades y mediante estas los requisitos necesarios.

  • De 3 a 6 años: durante esta etapa las necesidades energéticas son muy altas e importantes, esto es debido a que esta etapa se trata de un periodo de crecimiento y desarrollo, así como de gran actividad física. Durante estos tiempos, se les debe proveer proteínas de una alta calidad, incluso mejor que la de los adultos. Su dieta deberá incluir suficientes carnes, pescados, huevos y lácteos. Además, a partir de esta edad se debe inculcar en el niño el hábito del desayuno completo.
  • De 7 a 12 años: durante esta etapa sigue siendo de gran importancia las necesidades de crecimiento, por lo tanto los niños deberán de ingerir a diario lácteos, frutas, verduras, ensalada y pan. En el caso de las proteínas deben alternarse las carnes, pescados blancos y azules; además, agregar y alternar en la semana las legumbres, arroces y pastas. Resulta imprescindible orientar al niño durante este periodo de tiempo a no solo consumir lo que le guste y además aconsejarlo para el no abuso de los dulces y refrescos.
  • De 13 a 16 años: la etapa donde ocurre el llamado “estirón” y los huesos y músculos del cuerpo terminan de formarse, además de ser la época mas complicada en su salud mental por el comienzo de la adolescencia. Es importante el consumo de las calorías suficientes e incluir nuevamente proteínas de muy buena calidad y calcio. Es crucial el mantener una rutina de ejercicios para evitar el sobrepeso.

¿Cómo cuidar la nutrición infantil?

Mediante la investigación te traemos 10 consejos clave para cuidar la nutrición infantil:

  1. Los padres son los que controlan las líneas de abastecimiento, por lo tanto, la calidad de los alimentos que consuman los niños recae firmemente en ellos. Por lo tanto, invertir en alimentos saludables y variados hará que el niño los consuma con facilidad y normalidad ya que será a lo que va a recurrir y estar acostumbrado.
  2. Permita que su hijo tenga voz en cuanto a lo que le gusta y lo que no. Es importante que los niños participen en una decisión tan importante como lo es alimentarse. Si usted cumple con brindar alimentos saludables, entonces no tendrá miedo de dar rienda a la elección de su hijo.
  3. Permita que su hijo deje de comer en cuanto esté satisfecho. Es importante dejar por completo de lado la típica frase de “dejar el plato vacío”, mas tarde esto incluso va a generar problemas gracias a que su hijo no aprendió a detenerse ni sabe cuando ha sido suficiente de comida, lo cual va completamente ligado con el aumento de peso por descontrol.
  4. Empiece lo más pronto posible con estos consejos. De manera que su hijo vaya aprendiendo con una rutina alimentaria saludable y no se vea afectado por la prohibición o el cambio de alimentación tan súbito.
  5. Deje que su hijo experimente diferentes platos de comida cuando coma fuera. Es importante que aprenda a concebir lo que le gusta y lo que no.
  6. Las bebidas también poseen cantidades importante de calorías y azucares. Las bebidas gaseosas y edulcoradas se interponen en el camino de la alimentación saludable. Lo mejor es que su hijo consuma agua o leche, aunque puede incluir los zumos solo si estos son 100% naturales, aunque no tienen una gran importancia en la dieta.
  7. No convierta el postre en el plato mas deseado de las comidas. Es importante poner un limite con los dulces, sin prohibirlo, sin embargo. No convierta los dulces en el “regalo” por haber comido saludable. Mantenga una actitud neutra ante los alimentos, el niño imitara esta acción.
  8. No ofrezca la comida como manera de expresar el cariño que siente hacia su hijo, esto hará que su hijo tome la comida como herramienta para manejar el estrés y la ansiedad, u otras emociones negativas. Mejor encuentre una manera mas beneficiosa como darle atención o cariños.
  9. Los niños hacen lo que hagan sus padres, por lo tanto intente ser el ejemplo de las buenas cosas que desee que su hijo repita, comenzando con usted haciendo e incluyendo no solo comida sino hábitos saludables a su vida diaria.
  10. Limitar el tiempo del televisor y ordenador va a evitar que los niños sientan la necesidad de picar entre comidas ya establecidas (a menos que usted incluya las meriendas, las cuales deben ser igualmente balanceadas). Además, limitar el uso de estos aparatos hará que el niño encuentre otra manera proactiva de pasar el tiempo.