Pérdida de la audición: un trastorno común

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La hipoacusia o sordera es una deficiencia auditiva, la cual puede ser temporal o permanente, de uno o ambos oídos y es provocada por circunstancias muy diversas.

En ocasiones se debe a un mal funcionamiento del sistema auditivo, síntoma o consecuencia de enfermedades o infecciones. Cuando existe una pérdida total de la audición se denomina anacusia. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 360 millones de persona en todo el mundo padecen pérdida de audición incapacitante, de las cuales 32 millones son niños.

De acuerdo con la otorrinolaringóloga, Tatiana Hernández Uzcátegui, las causas de la sordera suelen ser variadas y dependerán del tipo de pérdida auditiva, que por lo general, están asociadas a problemas de oído medio como las otitis, bien sea agudas principalmente en los niños; o crónicas como las perforaciones del tímpano o problemas de la cadena osicular, compuesta por los huesillos martillo, yunque y estribo.

Señaló que adicionalmente, se encuentran los problemas del oído interno que pueden ser hereditarias, problemas durante el parto, o infecciosas como la rubeola o meningitis, además del envejecimiento. «Cuando la disminución auditiva ocurre a edades avanzadas, en un individuo que ya desarrollo su lenguaje, el paciente presenta un progresivo aislamiento, ya que, cada vez le cuesta más comunicarse con las personas de su entorno laboral, con familiares o amigos. Todo esto puede llevar a la depresión», precisó la especialista.

«Cada vez escucho menos»

Entre las principales manifestaciones que permiten identificar que se está ante la presencia de la hipoacusia, se encuentran la sensación de oído tapado, aumentar el volumen del televisor o radio por no poder seguir el hilo de la conversación, y en los niños cuando no voltea ante la llamada de la madre o ante un ruido, y no se despierta con un sonido muy fuerte.

La doctora Hernández Uzcátegui, explicó que adicionalmente, la edad es un factor que influye en la disminución de la audición, ya que se conoce que después de los 60 años, comienza a darse este proceso degenerativo denominado presbiacusia.

Sin embargo, el mismo depende de varios factores y no se da igual en todas las personas, ya que se puede prevenir la sordera, teniendo una adecuada higiene auditiva. Para ello, la otorrinolaringóloga recomienda usar adecuadamente el volumen de televisores y demás equipos de sonido, protegiendo la audición en los ambientes laborales, usando razonablemente los audífonos o afines, además, de tener una dieta sana con abundantes vegetales y frutas, y realizar ejercicios.

«El principal mito que existe sobre la sordera es que para evitarla se deben usar hisopos para limpiarse los oídos.  La realidad es que el oído es autolimpiante, por lo que no deben usarse los hisopos, es un error introducir cualquier objeto dentro del conducto auditivo para limpiarlo. Ya que además, empuja la cera de nuevo hacia adentro del canal y pude abrir una puerta de entrada a la infección del conducto auditivo externo», aclaró Tatiana Hernández.

Para finalizar, la otorrinolaringóloga alertó que a pesar de lo que el daño auditivo le puede ocasionar al paciente tanto física como emocionalmente, en la actualidad y gracias a la tecnología existen diversas opciones para recuperar la audición y mejorar la calidad de vida.