Un recién nacido en casa

Los primeros días con un recién nacido en casa son una sucesión interminable de dar pecho, cambiar pañales, calmar llanto, dormir y empezar de nuevo. La jornada se nos va en una continua repetición de esas labores y al caer la noche nos damos cuenta, tal vez, de que no nos hemos cepillado los dientes, bañado, o quitado la pijama.

Y no es exageración, ni dramatismo, si no la naturaleza del rol que hemos decidido cumplir. Así, para aquellas que se aproximan a vivir dicha etapa por primera vez, y para mí misma, que he decido revivirla con un segundo bebé, aquí algunas recomendaciones que nos ayudarán a sobrevivir esos días «kilométricos»:

1. Equipa tu despensa y tu nevera. Hacer mercado la semana antes es una excelente alternativa para asegurarnos de tener todo lo que necesitamos y también lo es comprar (o preparar) comida que se pueda congelar (como pastichos, granos preparados, asado negro, etcétera) pues a menos de que se tenga apoyo en casa, será imposible encontrar tiempo para cocinar.

2. Prever ayuda con la limpieza del hogar o con los hermanitos mayores (en caso de que existan). Ya se trate de una contratar a una señora o de pedirle a los abuelos o familiares cercanos que intervengan, es importante delegar responsabilidades para las cuales no tendremos tiempo. Lo ideal es también que la pareja pueda tomarse su reposo postnatal (en Venezuela es de 14 días continuos para los hombres).

3. Tener a mano el contacto de una consultora de lactancia y llamarla de ser necesario. La lactancia materna es una experiencia maravillosa pero demandante y por lo general implica algunos retos, el más común, cómo lograr un «buen agarre» para evitar daños en el pezón y lograr una buena producción de leche. Por eso es importante contar con el apoyo de personal calificado en caso de dificultades.

4. Dormir cuando el bebé duerma. Todo lo que no sea el cuidado del recién nacido y el descanso propio puede esperar. Los platos y la ropa que se queden sucios, las camas sin tender, y la visita sin atender (de hecho lo ideal es limitarla esos primeros días). En el caso de que trabajemos freelance y no tengamos oficialmente un reposo es importante tomar previsiones pues a veces tenemos la ilusión de que tendremos chance para responder algunos emails o llamadas y mantenernos al día pero rara vez es así. Necesitamos tiempo para recuperarnos del parto o la cesárea y para «conectarnos» con nuestro pequeño.

5. Disponer de «vías de escape» y apoyo emocional. Por supuesto que la maternidad es hermosa pero en sus comienzos puede ser abrumadora pues genera una mezcla de sentimientos, muchas veces, hasta entonces desconocidos.

Por eso es importante contar con afectos a los que podamos recurrir: grupos de apoyo de madres recientes (ya sean físicos o virtuales), amigas que estén en la misma etapa (o ya la hayan superado) y de ser necesario ayuda profesional como la que brinda un psicólogo o terapeuta. También nos hará bien recurrir a «espacios» diseñados para compartir con nuestros retoños y otras mamás, ya sean clases de yoga postnatal, masaje infantil, estimulación temprana o incluso natación para bebés.

seguir leyendo… Mommytip Encuestas han demostrado que con frecuencia las madres recientes mentimos sobre nuestro estado físico y emocional pues se supone que estamos viviendo «el momento más feliz de nuestras vidas». Sin embargo, las emociones, por si solas, no son dañinas, lo perjudicial es la forma de (no) canalizarlas. Lo mejor es ser honestas con nosotras mismas y no perder de vista que esta etapa (por más difícil que parezca) va a pasar y probablemente luego la extrañemos.

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