Posturas de yoga para aumentar la flexibilidad

La practica de yoga tiene una gran fama, muchos conocen sus beneficios y todas las mejoras que trae a nuestro cuerpo y alma realizarlo, aunque uno de los mas conocidos e inmediatos que se obtienen con ella es la flexibilidad. La flexibilidad la vamos perdiendo con el paso del tiempo, mayormente si tienes un estilo de vida sedentario, por lo que, es importante mantenernos en movimiento y haciendo ejercicios para no perderla.

La flexibilidad es la capacidad que tienen varias partes del cuerpo para desplazarse a lo largo de un rango de movimiento.

Beneficios de tener flexibilidad

Entrenar la flexibilidad tiene varios beneficios consigo, entre estos se cuentan:

  • Mejora el rendimiento físico y reduce el riesgo de sufrir lesiones: la mejora del rendimiento físico se debe a que una articulación flexible tiene la capacidad de moverse a lo largo de un rango mayor de movimiento necesitando menos energía para lograrlo.
  • Reduce molestias musculares y mejora la postura: trabajar la flexibilidad mediante estiramientos reduce considerablemente las molestias musculares que aparecen después de hacer ejercicio o cualquier actividad física. Ya que mejora el equilibrios muscular, trae mejoras en la postura.
  • Reduce el riesgo de dolor de la espalda baja.
  • Aumenta el flujo sanguíneo y los nutrientes que se dirigen hacia los tejidos: el aumento del flujo sanguíneo se debe a que durante el estiramiento se produce calor en la articulación, como consecuencia aumenta la circulación y el transporte de nutrientes.
  • Mejora la coordinación muscular: como ya se mencionó anteriormente, tener mayor flexibilidad ayuda en la mejora de la coordinación muscular. Esto es comprobado según estudios que afirman que gracias a los estiramientos se aumenta la velocidad del impulso nervioso.

Posturas de yoga para aumentar la flexibilidad

Las cinco posturas que se van a describir a continuación son muy efectivas para comenzar a practicar la flexibilidad, no es necesario que para empezar hagas el empuje completo, puedes tomarlo un poco más como un estiramiento, sin embargo es importante que la postura si se haga de la manera correcta:

  1. Prasarita Padottanasana: también es conocida como la postura del gran ángulo o flexión con las piernas extendidas. Este asana permite estirar el interior de las piernas y la espalda, además puede rebajar tensiones en la cadera.

Comience separando muy bien las piernas y dirija los pies ligeramente hacia dentro, mantenga la cadera hacia delante y lleve su torso bien adelante para seguido comenzar a bajar de manera progresiva hasta que su coronilla se dirija hacia el suelo, recuerde mantener el cuello relajado todo el tiempo. Dependiendo de su grado de flexibilidad, puede:

  • Apoyar las manos a la altura deseada en sus piernas.
    • Apoyar las manos en el suelo.
    • Colocar los antebrazos en el suelo.
    • Entrelazar las manos detrás de la espalda y estirar los brazos.
  • Ardha Kapotasana: o postura de la media paloma. Esta postura trabaja la flexibilidad de las piernas, de la cadera y su apertura, y de la espalda.

Para llegar a esta postura puede hacerse desde la postura del perro, una vez estés en esta vas a llevar una pierna adelante y la vas a colocar entre tus manos, apoyaras la rodilla, luego la pierna y el pie en el suelo flexionándola frente a ti. La otra pierna la dejaras atrás.

  • Uttanasana: otros nombres de esta asana son postura de la pinza o de la media pinza. Es un postura sencilla que trabaja espalda y piernas.

Esta postura puede realizarse con los pies separados a la altura de las caderas o juntos. Los pies deben estar apoyados firmemente en el suelo con los dedos bien separados. Exhalando vas a flexionar el tronco adelante y colocar las manos en las piernas, de manera de apoyo. Si eres principiante o no tienes buena flexibilidad no podrás bajar demasiado. Si formas parte de esta grupo, no hará falta que estires demasiado las piernas, puedes incluso flexionarlas un poco y a medida que tu flexibilidad aumente podrás bajar más.

  • Ananda Balasana: o postura del bebé feliz. Esta postura es muy divertida de realizar, es prácticamente sencillo llegar hasta ella y aporta mucha flexibilidad.

Sobre un lugar cómodo, preferiblemente una colchoneta, debes colocarte sobre tu espalda boca arriba. Con esta posición, vas a elevar las rodillas a tu pecho y abriendo estas ligeramente vas a tomar la parte exterior de los pies con tus manos; esto puede variar dependiendo de tu flexibilidad ya que puedes sujetar tus pies desde la parte exterior o interior. La condición de esta postura es que las rodillas y los tobillos deben formar un ángulo de 90°. Debes mantener los pies activos. Sostén la postura por 60 segundos.

  • Bhujangasana: la utilidad de esta postura es trabajar el abdomen y el pecho. De esta manera, la postura de la cobra, trabaja la apertura y flexibilidad del pecho y abdomen.

Recuéstate en el suelo, boca abajo y con el cuerpo bien estirado. Coloca tus palmas abiertas sobre el suelo y a la altura de los hombros; luego estira los brazos y levanta el pecho sin despegar el pubis del piso y llevando los hombros hacia atrás.