El microbioma es la comunidad de microorganismos que viven juntos en un hábitat particular.
El cuerpo humano alberga alrededor de 100 billones de microorganismos. Estos microorganismos superan el número de las células humanas en una proporción de 10 a 1. Sin estos organismos no podríamos vivir o existir ya que no solo los seres humanos tienen sus propios microbiomas, los animales, plantas, los suelos, océanos e incluso edificio los tienen.
Gracias a los grandes avances científicos ahora se tienen mas conocimientos sobre los microbios que existen y habitan en el cuerpo humano. Incluso existen investigaciones en donde se estudian las interacciones que tienen en el ecosistema del cuerpo humano y su relevancia para la salud y la enfermedad.
El microbioma humano representa a los microorganismos con sus elementos genéticos y las interacciones que establecen con el medio ambiente en que se encuentran. La microbiota es un elemento muy importante para el correcto funcionamiento de algunos órganos, sin embargo se sabe que puede ser también participante de la patogenia de algunas enfermedades. El microbioma se ha implicado en enfermedades autoinmunes, auto inflamatorias, el cáncer, obesidad, síndromes metabólicos y de riesgo cardiovascular.
La microbiota se define como la comunidad de microorganismos que ocupa un hábitat específico, mientras que el término de microbioma se refiere a la microbiota y a la función que cumple dentro de dicho entorno.
Los humanos adquieren la microbiota al momento de nacer y la composición de esta va a depender de la vía de nacimiento, ya sea vaginal o por cesárea. Desde este momento puede hacerse una diferencia entre el tipo de bacterias que va a componer la microbiota que va a predominar al neonato, ya sea que sean similares a las que se encuentran en el intestino y la vagina de la madre o como las que se encuentran en la piel.
La maduración microbioma se verá luego influenciada por el tipo de alimentación que reciba el niño, particularmente una vez que deje de recibir leche. El microbioma de un adulto se adquiere a la edad de 3 años y va a ir variando durante toda la vida dependiendo de factores como el sexo, índice de masa corporal, consumo de fibra en frutas o algunos vegetales, así como el nivel de actividad física.
Funciones de la microbiota
La microbiota cumple con funciones múltiples, tales como las endocrinas, la señalización neurológica, la modificación de la densidad mineral ósea, la maduración del sistema inmune, la inhibición de patógenos, la síntesis de vitaminas (K, B12 y folato), el metabolismo de las sales biliares y la modulación de algunos fármacos.
La microbiota puede llegar a considerarse un órgano, incluso. Su nivel de actividad productora y depuradora es comparable con la del hígado.
El microbioma no ocupa simplemente un espacio en el cuerpo sino que es esencial para varios aspectos del desarrollo normal, a través de las interacciones con el sistema inmunológico de la mucosa.
La interacción de la flora con el sistema inmunológico genera varios procesos, como la secreción de IgA secretora y la liberación endógena de péptidos antimicrobianos, entre otros, que ayudan a mantener la homeostasis normal del microbioma.
Estas interacciones también son vitales para la maduración y el mantenimiento del sistema inmunológico de la mucosa, cuyas anormalidades han sido vinculadas a las enfermedades anérgicas y la autoinmunidad. Varios aspectos de la vida en la sociedad moderna, como el uso de antimicrobianos, el saneamiento, la vacunación y los cambios en la dieta tienen efectos profundos y duraderos sobre el microbioma humano.
Las alteraciones y el desequilibrio del microbioma intestinal intervienen en enfermedades gastrointestinales como la ICD, la diarrea asociada a los antibióticos, el síndrome del intestino irritable y la colonización de patógenos y enfermedades sistémicas, como las enfermedades autoinmunes y alérgicas, los trastornos metabólicos (por ej., la obesidad) y las enfermedades neuropsiquiátricas (por ej., el autismo).