Confirmado / Hay muchas causas que logran emanar esta pérdida del apetito sexual. Las examinamos para que entiendas un poco mejor los motivos que pueden llevar a ello.
La original de las causas es el estrés. Y es que el trabajo, y las obligaciones diarios de igual forma en el hogar hacen que rematemos el día verdaderamente cansados y muchas veces de lo único que se termina teniendo ganas es de reposar. Así que sí, la carga de tareas diarias y el estrés es uno de los condicionantes más frecuentes que consiguen terminar derivando en la pérdida de deseo sexual.
Por supuesto, los inconvenientes en la relación son otra de las causas más habituales que suelen finalizar procediendo en una pérdida del deseo sexual. Y es que si hay contrariedades en la pareja efectivamente graves, lo último que se desea es tener un rato de intimidad con la pareja. El sexo es uno de los registradores más efectivos dentro de una relación y si surgen los verdaderos problemas, la pasión suele esfumarse.
Si tu pareja posee inconvenientes de erección es normal que tu libido sexual igualmente termine empequeñeciendo. En este caso lo que debes hacer es comunicarse mucho y colocar la confianza por delante de todo, poco a poco entre los dos seguro que conseguirán que sus relaciones sexuales mejoren.
Si has sufrido algún tipo de práctica traumática también, de forma inconsciente, es factible que la libido reduzca de modo formidable. Por ello lo mejor es abrirse a nuestra pareja y contarle qué os pasa, sólo así, entre los dos, conseguirás sobreponerte y tener instantes de intimidad placenteros de nuevo.
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