Si alguna vez te has cuestionado sobre la forma de tu pene: si es grueso, delgado, si es curvo o recto, si tiene o no tiene prepucio, si es grande o pequeño y si eso afecta en algo tu atractivo, entonces, probablemente… eres un hombre común y corriente.
Es más triste de lo que nos gustaría admitirlo, pero una parte de nuestra banalidad se centra en uno de los apéndices más pequeños de nuestro cuerpo, sí, por más grande que sea.
Pero, ¿qué hace que nos preocupemos tanto por el tamaño de nuestro órgano sexual? ¿Las mujeres? ¿Los otros hombres? ¿La sociedad? Es difícil determinar la razón exacta de nuestros miedos, puesto que estos provienen de una suma de factores, una mezcla de mitos y malas concepciones, revisemos algunas:
1. Las mujeres prefieren a los hombres con penes grandes Si fuera el caso, todas las mujeres preguntarían de antemano nuestras medidas antes de salir en una cita, o al momento de conocernos en un bar.
2. Narices, pies, manos No hay relación entre otros apéndices y el tamaño del pene, así que si tu amigo tiene manos grandes, no lo veas raro.
3. Síndrome del pene pequeño Es bastante común, sí, pero a diferencia de lo que pensabas es un estado mental en el que el hombre piensa que su órgano sexual es más pequeño de lo que en realidad es. El pasto siempre es más verde en el patio ajeno.
4. Mientras más grande el pene, ¿más placer? Si la única herramienta que tienes para dar placer sexual a tu pareja es tu pene, probablemente necesites reconsiderar tu idea del sexo. Pero para tu tranquilidad, el tamaño del pene no implica más placer, un pene muy grande puede representar problemas al momento del coito y lastimar a la mujer.
5. Masculinidad Una de las mayores mentiras que se nos ha inculcado a los hombres, por el simple hecho de vivir en una sociedad patriarcal y machista, es que el tamaño del pene tiene algo que ver con nuestra masculinidad; es decir, si lo tienes más grande, eres más hombre. Pareciera como si todo se redujera a una frase: «Más es mejor», una frase más propia de un sistema de consumo y producto de la publicidad, que fundamentada en alguna razón.
Es inevitable que como hombres nos fijemos, midamos y comparemos, pero en realidad la pregunta en cuestión es: ¿Nos reducimos al tamaño de nuestro pene?