La termoplastia bronquial, un salvavidas para el asma

Para Alberto Cruz respirar no era un sinónimo de vida. Justamente era su mayor dificultad. A diario lo acompañaba una terrible sensación de ahogo y un silbido en el pecho, que se hacía más evidente al expulsar el aire. Tampoco acudía a las clínicas ocasionalmente, como el promedio de personas; visitar al menos una vez al mes el área de Urgencias hacía parte de su rutina.

Alberto pertenece a ese 8% de pacientes  que sufre asma en Colombia y a un subgrupo que padece una tipología conocida como refractaria, que no se logra controlar con los tratamientos convencionales inhalados y de acción prolongada. Es por ello que había tenido que ser medicado con esteroides, lo que lo exponían a una osteoporosis inminente.

Pero hace unos meses su vida cambió. Es uno de los cinco pacientes que se han beneficiado de la termoplastia bronquial, un tratamiento que se aplica desde el 2007 en el mundo y que hace  tres años llegó a Colombia.

Gracias a este procedimiento, lleva seis meses sin crisis y pudo volver a jugar baloncesto. Isabel Palacios, neumóloga, especialista en neumología intervencionista, del Centro Médico Imbanaco y pionera en la terapia, explica sus ventajas.

Cómo se trataba hasta la fecha    Hasta el momento la mayoría de las personas con asma era tratada solamente con broncodilatadores inhalados, que debían usar una o dos veces al día y durante toda la vida.   Sin embargo, los pacientes con asma refractaria, que corresponden a cerca de un 5% de los afectados por esta enfermedad respiratoria, a pesar de usar dichos broncodilatadores de acción prolongada continuaban sufriendo crisis, de forma que no podían controlar su problema.   La otra opción existente han sido los medicamentos inyectables, conocidos como anticuerpos monoclonales, pero el problema es que estos solo están indicados para pacientes con niveles de inmunoglobulina E elevados, por lo que los que tienen estos rangos normales se quedaban sin una alternativa.    Además, son fármacos demasiado costosos, que no se pueden aplicar en casa sino en una clínica y por un enfermero.   Esto sin contar que tienden a generar una serie de efectos adversos, entre ellos, las reacciones alérgicas.   En qué se basa la termoplastia bronquial   Los pacientes con asma refractaria tienen pulmones sanos, pero el músculo de los bronquios (lisobronquial) está hipertrófico, es decir engrosado, producto de la inflamación crónica.   Debido a ello tiende a contraerse con mucha frecuencia, lo que conduce a que se cierren los bronquios, el aire no pueda entrar bien del exterior ni salir normalmente hacia los pulmones y se produzcan las crisis.   Beneficios de la termoplastia bronquial    Disminuye el número de crisis.  Permite que el paciente lleve una vida más normal, puesto que puede realizar actividad física.  Ayuda a aliviar los síntomas. Logra que el paciente ya no necesite los medicamentos.  Disminuye las visitas a urgencias.  Reduce las incapacidades académicas o laborales. Cuánto se necesita  Se requieren tres sesiones, una cada tres o cuatro semanas. No pueden ser menos ni más.   Debe hacerse de esa forma gradual, puesto que en una sola sesión generaría un estímulo demasiado fuerte y el procedimiento se tornaría muy largo, con el consiguiente riesgo que el paciente sufra una crisis severa inmediata.   En cada sesión, que tiene una duración de 45 minutos, se trabaja en un área diferente del sistema respiratorio, así:   En la primera sesión se trata la parte inferior del pulmón derecho.  La segunda se enfoca en la parte inferior del pulmón izquierdo.  La tercera trabaja en la parte superior de ambos pulmones. Cómo actúa    Generando calor en los bronquios para disminuir así el engrosamiento del músculo lisobronquial.   Cómo se aplica   El paciente se somete a sedación profunda, con supervisión del anestesiólogo. El procedimiento se realiza a través de endoscopia, o sea utilizando un equipo dotado de una sonda que tiene una microcámara en un extremo, la cual permite visualizar las estructuras y todo el proceso en video. Este dispositivo se introduce por la boca hasta llegar a los bronquios. Seguidamente hay que introducir un cateter conectado a una máquina de radiofrecuencia, que hace contacto con las vías respiratorias produciendo calor a nivel del músculo lisobronquial. Ventajas   Es un procedimiento para pacientes que antes no tenían ninguna alternativa. Los resultados se observan después de un mes de terminado el tratamiento, pero en algunas personas se comienzan a percibir cambios incluso desde la primera sesión. Es una terapia que no exige entrar al quirófano, pues se realiza en una sala de endoscopia. Reduce los síntomas, las crisis y el uso de medicamentos en promedio entre un 60% a 80%. Indicaciones

Pacientes con asma que no hayan sido fumadores, ya que este grupo suele sufrir enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Epoc, por lo que el tratamiento no ofrecería ningún resultado. Crisis de asma a repetición, es decir, entre dos y tres al año. Pacientes con asma refractaria, es decir, con síntomas de sibilancias o especie de pito al respirar y dificultad respiratoria crónica, pese a que utilizan broncodilatadores inhalados de acción prolongada.