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El plástico es un material formado por resinas (sustancia sólida o de consistencia pastosa insoluble en el agua) a través de la aplicación de calor, presión o ambos. Todos los productos de plástico muestran plasticidad en su proceso de fabricación, de ahí el término. Las resinas termoplásticas incluyen una amplia gama de productos químicos no recomendables para el consumo humano.
El problema grave que tiene el mundo es que las micropartículas o fibroplásticas no sólo contaminan los océanos, sino también el agua que bebemos. ¿Cómo llegan al agua y cuáles son los peligros para la salud?
Un estudio reciente demostró que los océanos están contaminados con plásticos, así como los suelos, el aire que respiramos y también el agua que bebemos. Todos ellos contienen microparticulas plásticas, así como el agua con la que nos lavamos cuerpo y boca.
Las fibras sintéticas se encuentran en el agua potable, verduras y frutas. También están presentes en alimentos como el pan y la comida para bebés. Aún no se sabe exactamente cómo llegan las micropartículas al agua de la llave o la del garrafón, ni cuáles son los riesgos para la salud.
Cuando se consumen micropartículas plásticas podrían transportar toxinas del medio ambiente hasta el organismo humano, según investigaciones de la Universidad de Plymouth. Existe suficiente información sobre cómo el plástico afecta la flora y la fauna de la Tierra por la basura plástica que invade al mundo. «Más de 9 mil millones de toneladas de plástico, en océanos y basureros».
Se han encontrado micropartículas de plástico en agua embotellada, así como en los filtros purificadores de agua hogareños, los cuales también suelen contener contaminación bacteriana.
Las autoridades sanitarias de la Ciudad de México no verifican la polución plástica del agua. Cuando se lava una prenda de hilo sintético emite hasta 700,000 fibras por cada lavado y una gran cantidad de esa polución plástica no desaparece a través del tratamiento del agua residual de las ciudades, yendo a parar al agua que consumimos. Las fibras plásticas invaden el aire contaminado de la Ciudad de México y contaminan nuestras fuentes de agua, como tinacos descubiertos y albercas.
Según los expertos, la contaminación plástica también viene de las bolsas de plástico del supermercado, medicamentos, textiles sintéticos como trapos de cocina, tapicería y vestimenta de las personas que cocinan los alimentos. Se incluye la ropa confeccionada en poliéster.
Las bolsas de plástico de los supermercados que tocan directamente la fruta, el pan y la verdura trasladan contaminantes plásticos cuando los comemos. En Francia están prohibidas las bolsas de plástico en los supermercados. Solo utilizan bolsas de papel.