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Además de apostar, ir de fiesta o ver algún espectáculo, ¿por qué otro motivo se visita Las Vegas? Este destino estadounidense también cuenta con atractivos turísticos enfocados a la experiencia natural y aventura al aire libre.
Para un viajero que visita Las Vegas por primera vez, es común que llegue con la mentalidad de que en la ciudad sólo hay fiesta, tragos, apuestas y que el tiempo ideal para pasar en el destino es de máximo tres días. Sin embargo, los museos, aventuras al aire libre, actividades de adrenalina y paisajes naturales, desmitifican ese pensamiento.
El recorrido inicia en el Gran Cañón del Colorado. Con una longitud de 446 kilómetros, cordilleras de entre seis y 29 kilómetros de anchura y profundidades de más de mil 600 metros; es considerado una de las siete Maravillas del Mundo Natural. Gracias a su cercanía con la capital mundial del entretenimiento, anualmente, el parque natural recibe más de cinco millones de visitantes de todas partes del mundo. Y una de las formas más usuales para hacerlo, es por el aire a bordo de un helicóptero.
A pocos minutos del despegue se aprecia desde lo alto la presa Hoover, una de las mayores obras de ingeniería de la Unión Americana; pasando también por el lago Mead y finalmente por los acantilados del Gran Cañón, una experiencia de una hora que sorprende a quienes sobrevuelan esa maravilla natural.
Vivir la experiencia de saltar en paracaídas no necesariamente tiene que ser al aventarse de un avión, y es que en Las Vegas una de las atracciones más visitadas es el Indoor Skydiving. Se trata de un lugar en donde los visitantes sienten la sensación de volar por los aires impulsados con propulsores de viento que emergen del suelo. Todo se hace dentro de un edificio. Dentro de una habitación especial se crean las condiciones adecuadas para vivir la sensación del paracaidismo.
La actividad del vuelo dura alrededor de un minuto por persona y es posible hacerlo tres veces en los 30 minutos que se permanece ahí adentro. Los viajeros son equipados con un traje completo de paracaídas, casco, tapones para los oídos y goggles. Pueden practicarlo personas de 3 años en adelante y se hace en compañía de un instructor por lo que no es necesario tener experiencia.
Para los amantes de la adrenalina, a las afueras de la ciudad se localizan las dunas de Nellis, donde los visitantes pueden recorrer el paisaje árido a bordo de un buggy, la experiencia combina arena con velocidad en un paseo de una hora por el desierto a través de las dunas que rodean Las Vegas.
La travesía comienza en las oficinas de SunBuggy, donde a las personas se les proporciona el equipo necesario para realizar el trayecto, así como las medidas de seguridad. Después, son trasladadas al desierto en una camioneta, donde se vive la aventura de atravesar a toda velocidad los cañones y montículos de arena, lideradas por un guía local.
En el corazón de la famosa Strip, donde se concentran los hoteles más emblemáticos como el Bellagio o Caesar´s Palace, está el LINQ Promenade, un centro comercial y paseo al aire libre que desemboca en la High Roller Experience, como le dicen a esta “rueda de la fortuna”. No se trata de cualquier rueda, si no de la más grande y la más alta del mundo, que ya dejó atrás a otras enormes como la célebre de Londres.
Una vez que se pone en movimiento la estructura de casi 168 metros de alto tiene que completar una circunferencia, para la cual se tarda media hora. Hacer una vuelta es sólo el pretexto para tener una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, pues es posible degustar cócteles en la misma cabina mientras se observa el atardecer desde lo alto.