Confirmado /
Retrasa el envejecimiento, mejora la memoria, combate el estrés, reduce el dolor lumbar y beneficia la capacidad pulmonar, entre otras cosas. Con 30 minutos tres veces por semana alcanza para ver los cambios.
¿Te cuesta incluir un deporte en tu rutina? ¿Revisás tu agenda y no encontrás el momento para conectar con tu cuerpo? No desesperes, hay solución: usá tu horario de almuerzo para romper con tu rutina y hacer deporte. Con 30 minutos tres veces por semana ya se pueden ver los beneficios.
Cada vez son más los empleados que buscan en la natación un momento para relajarse, o bien la oportunidad de ejercitarse para bajar de peso ya que esta actividad conlleva un gasto calórico mayor que el de caminar por unidad de tiempo y, además, se mueven más grupos musculares, generando mucho gasto de energía.
«Las personas que practican natación al mediodía nos dicen que después de nadar les alcanza un almuerzo liviano para seguir trabajando a la tarde. Para otros, el horario ideal es después de trabajar y antes de ir a casa, ya que si entran en su hogar, les cuesta mucho salir de nuevo. Esto les permite llegar a su casa de buen humor, sin las preocupaciones del trabajo. Después de nadar salís renovado», asegura Alejandro Legasa, rector del Instituto de Natación y Deportes de Buenos Aires.
Según la Organización Mundial de la Salud se considera que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, así como la eficacia de las entidades para las que trabajan. Destinar un 70% del horario de almuerzo al deporte y el 30% para ingerir alimentos favorece la salud mental y física de cualquier individuo, aumentando la concentración, productividad y buen humor.
El licenciado Legasa, además, explica que «nadar es uno de los mejores ejercicios; es una actividad que se puede hacer en cualquier momento y a cualquier edad. Con la natación se trabaja todo el cuerpo y cada uno lo hace a su nivel. Es una opción accesible para todos, ideal para burlar a la rutina».?
10 motivos
*Retrasa el envejecimiento.
Se considera que el 50% de las pérdidas funcionales asociadas al envejecimiento depende de la escasa utilización de los sistemas corporales. Por eso, la práctica regular de la natación mantiene, funcionalmente, en buen estado a los órganos.
*Mejora la memoria.
Esto se debe a los ejercicios de respiración que se ponen en práctica al nadar, los cuales oxigenan de mejor manera el cerebro. Además la coordinación motriz hace que nuestro cerebro tenga que crear nuevos lazos neuronales . No olvidemos que, al nadar, se requiere mayor concentración y coordinación.
*Beneficia la capacidad pulmonar.
Al ser un ejercicio aeróbico, ayuda a los pulmones a hacer un uso más eficiente del oxígeno. Este tipo de actividad permite trabajar los grupos musculares grandes y eleva la frecuencia cardíaca, lo que contribuye a que los pulmones trabajen de menor manera. La natación hace que el ritmo cardíaco se ralentice y la presión sanguínea mejore.
* Aumenta la flexibilidad.
Los resultados de un estudio que se llevó a cabo durante 12 años y que fue difundido recientemente indican que el fortalecimiento de la zona lumbar permite terminar con el dolor de la zona baja de la espalda en el 80% de los casos.
*Para estar en forma.
El número exacto de energías que se insume depende del cuerpo y la intensidad con la que se hace ejercicio. Pero realizando al menos una hora de natación se pueden quemar hasta 600 calorías.
*Aumenta la masa muscular y tonifica.
¿Alguna vez viste un delfín flácido o un nadador competitivo de aspecto débil? No lo creemos. Eso es porque la natación es una gran manera de aumentar la fuerza muscular y la tonicidad, especialmente en comparación con otros ejercicios aeróbicos.
Cada patada y cada brazada se convierten en un ejercicio de resistencia en sí mismo, que constituyen la mejor manera de construir el tono y la fuerza. Con la natación los músculos trabajan de cinco a seis veces más que con cualquier otro tipo de actividad física.
*Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Debido a que la natación es un ejercicio aeróbico, ayuda a fortalecer la salud cardiovascular en varias facetas, incluyendo la reducción del colesterol «malo» o LDL (lipoproteínas de baja densidad), aumentar el colesterol «bueno» o HDL (lipoproteínas de alta intensidad) y disminuir la presión arterial. Cuando a esto se le añade ejercicio regular, los beneficios se maximizan notoriamente.
*Mayor flexibilidad corporal.
La natación no sólo forma músculos más fuertes, sino que también mejora la resistencia de los tejidos conectivos (por ejemplo, ligamentos y tendones) aumentando la estabilidad de las articulaciones. Además, al ejercitar tus articulaciones, se incrementa la flexibilidad, fortaleza y rango de movimiento del cuerpo.
*Favorece la circulación.
La postura horizontal que utilizamos al nadar beneficia la circulación sanguínea y además es de gran ayuda para las personas con problemas de tensión arterial al facilitar el retorno venoso desde las extremidades al corazón.
*Combate el estrés.
Un estudio realizado en la Universidad de Harvard ha mostrado que 10 semanas de entrenamiento de la fuerza reduce los síntomas de la depresión clínica. Las mujeres que entrenaron su fuerza durante el estudio informaron que se sentían más seguras de sí mismas y «capaces».
Fuente: entremujeres