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Las maniobras de asistencia que salvan vidas en los momentos decisivos de una emergencia son los primeros auxilios.
Sin embargo, para aplicarlos sin poner en riesgo la vida de la persona afectada es necesario tener un conocimiento básico de estas acciones de socorro para evitar producir más daño a la víctima y no poner en riesgo la seguridad del que le asiste.
De acuerdo con la coordinadora de capacitación de la Fundación Venemergencia, Norys Celis, en una emergencia cualquier persona puede ser partícipe de la cadena de supervivencia (o respuesta ante emergencias), incluso llamar por teléfono al número de ayuda es hacer primeros auxilios; pero claro está, no todos pueden realizar las mismas acciones durante un suceso, cada quien lo hace de acuerdo a sus posibilidades y nivel de conocimiento.
Saber aplicar los primeros auxilios es también tener la capacidad de prevenir un sinnúmero de situaciones de riesgo, ya que al anticipar un suceso negativo y actuar en consecuencia, éste puede ser resuelto antes de que se presente. Pero cuando inevitablemente sucede y requiere atención, se debe actuar para que el afectado tenga el mejor trato inicial, para preservar siempre su vida y minimizando los daños.
La diferencia entre la vida y la muerte
La primera causa de fallecimientos en nuestro país para el año 2012 fueron los Paros Cardio-respiratorios (PCR), producidos por diversas patologías del corazón con el 20,58% del total de los decesos suscitados en ese periodo, según cifras presentadas por el Ministerio del Poder Popular para la Salud en el 2014.
«Hace cinco años se detenían en Venezuela al menos 66 corazones al día, lamentablemente cualquier problema de salud que no sea sospechado y que se agrave terminará en PCR; por ello la importancia de conocer sobre primeros auxilios es vital, porque con ellos aparece la posibilidad real de salvar a las personas que están en peligro de muerte», afirmó Celis.
Más vale prevenir que lamentar
Anticiparse a una situación de riesgo evita las interferencias de salud, por ejemplo: si se sabe que al comer tozos grandes de carne éstos se pueden atorar en la garganta produciendo asfixia por obstrucción de la vía aérea, entonces se cortará la carne en trozos pequeños y se masticará bien para no correr ese riesgo. Si se sabe que la presión alta puede producir un infarto es más fácil cumplir las indicaciones del médico y estar alertas en el caso de que se presente.
Cuando se tienen niños pequeños hay que evitar que jueguen en lugares riesgosos, aquellos donde puedan caer de grandes alturas o golpearse. Al estar prevenidos evitamos un trauma. Cuando tenemos ancianos en casa, son indispensables los agarraderos, sobre todo en los baños para evitar caídas y sin embargo hay que estar atentos ante cualquier hematoma visible.
Cursos de primeros auxilios: el gran aliado
Para finalizar, la coordinadora de capacitación de la Fundación Venemergencia, enfatizó que estar preparados es la mejor prevención que se puede hacer con respecto a las emergencias médicas. Es por esto, que realizar alguna actividad educativa relacionada con primeros auxilios médicos es fundamental, así como, tener a la mano un botiquín de primeros auxilios con las indicaciones que el médico de cabecera recomiende.