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Lo más difícil, a veces, no es bajar de peso sino elegir el régimen más adecuado ante la ingente cantidad de dietas que periódicamente circulan en Internet y las revistas.
Para ayudar a quienes se plantean iniciar un régimen para adelgazar a elegir el plan más adecuado, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha efectuado una selección y clasificación de las dietas más populares, que seguirán en alza durante 2017.
«La idea es organizar las dietas que, en algunos casos, son fruto de modas pasajeras fomentadas por celebridades’. En otros, son motor de un negocio millonario enfocado en las nuevas dietas milagro'», indica Rubén Bravo, portavoz del IMEO y experto en nutrición. «Este ranking está respaldado por más de 20 especialistas en obesidad y cuidado de la salud, entre ellos, médicos, nutricionistas, psicólogos, naturópatas y cirujanos digestivos», recalca Bravo.
La clasificación está basada en la información que obtienen de los miles de pacientes con sobrepeso y obesidad que pasan por consultas del IMEO y en publicaciones americanas y británicas de prestigio. Para este artículo, los expertos del Instituto han descrito y analizado cuatro de los regímenes más indicados para perder peso.
Los programas elegidos proponen una pérdida de peso moderada (hasta 1,5 kilogramos por semana y no más de seis kilogramos al mes), están pensados a mediano y largo plazo y cuentan con un lapso de adaptación para evitar el «efecto rebote» (recuperar el peso perdido), según el IMEO. Son dietas que incluyen todos los grupos de alimentos, restringiendo las cantidades, y que contribuyen a reeducar los hábitos alimentarios y a mantener un estilo de vida saludable, indican.
DIETAS 2.0, PERDER PESO POR MEDIO DE APPS
«Las dietas 2.0 surgen al mismo tiempo que los smartphones. Las apps para llevarlas a cabo van ganando terreno, pues proponen utilizar las nuevas tecnologías y los programas informáticos para llevar un seguimiento de los alimentos consumidos y del ejercicio realizado», señala la nutricionista clínica Carmen Escalada.
Además, según Escalada, ofrecen innumerables posibilidades para aumentar una adhesión a la pauta, como opciones para compensar posibles excesos, la publicación de mensajes en las redes sociales si se incumplen o alarmas cuando hay un acercamiento «peligroso» a la nevera.
«Una de las ventajas de las dietas 2.0 es que permiten una sensación parecida a tener a un dietista o a un entrenador personal 24 horas a nuestra entera disposición», según la nutricionista. Escalada destaca que algunas de estas apps ofrecen la ventajosa opción de feedback’ (retroalimentación). Por ejemplo, permiten introducir en el programa los alimentos que se han consumido, lo cual arrojará ideas para la cena. También recordarán si un día no se ha hecho ejercicio.
DIETA DE LOS DÍAS ALTERNOS
La denominada «dieta de los días alternos» está elaborada por Rubén Bravo, del IMEO, y «permite una pérdida de peso que oscila entre 16,5 y 23,5 kilogramos en cuatro meses, dependiendo del estilo de vida, edad y sexo de la persona», explica la nutricionista Estefanía Ramo. Según Ramo, la alimentación se divide en bloques y las calorías no se reparten de forma homogénea todos los días. Las jornadas pueden ser de los siguientes tipos:
Depurativas:
Durante las cuales se toman alimentos muy hipocalóricos con comidas principalmente desintoxicantes que ayudan a reducir la retención de líquidos.
De régimen:
En las que se incluyen platos muy sabrosos, de fácil preparación, con unos niveles equilibrados de grasas saludables, hidratos de carbono y proteínas.
Días sociales:
En estas jornadas se relaja la sensación de hacer régimen y puede disfrutarse de planes no considerados de dieta durante el fin de semana.
«Esta dieta potencia la pérdida de grasa manteniendo y mejorando la masa muscular, favorece la toma de alimentos que producen vitalidad en las horas diurnas y los que producen reparación y descanso en las nocturnas», según la nutricionista. «¡Y lo más importante!: permite varias comidas fuera de casa y algún que otro premio a la semana para reducir los niveles de ansiedad», enfatiza.
DIETA GENÉTICA
Carmen Escalada explica que el mayor aliciente de la denominada «dieta genética» es su máxima personalización y adaptación al individuo que recurre a ella para perder peso o para mejorar o mantener su salud. La experta indica que para este régimen se realiza una sencilla prueba de herencia genética, que consiste en la extracción de saliva o en un análisis de sangre, a partir de lo cual se estudia la información proporcionada por varios genes con implicación en el metabolismo de las grasas y de los azúcares consumidos. «Esta prueba surgió cuando la nutrigenética, ciencia en continuo crecimiento, determinó que en función de cuáles sean nuestras variaciones genéticas, nuestro cuerpo reacciona de una manera u otra ante los nutrientes que ingerimos», explica.
En función de los resultados de esta prueba y de los gustos, preferencias, costumbres y datos personales del paciente como su edad, sexo o actividad física, se elabora toda la pauta dietética. «Una de las ventajas de esta dieta es que tiene como objetivo que la persona aprenda a comer saludablemente y, en función de sus necesidades que no tienen por qué ser iguales a las de otros , pueda quemar las mismas calorías diarias», aclara Escalada.
«Otro de sus beneficios es que permite detectar, de manera cada vez más precisa, el riesgo o tendencia de una persona a padecer una enfermedad, y contribuye a prevenirla mediante una adaptación de su nutrición», apunta.
DIETA CIRCADIANA
«Los ciclos circadianos, variaciones hormonales del cuerpo que dependen del momento del día en que se encuentre la persona, son la base para la dieta circadiana, indica la nutricionista Estefanía Ramo. «Estos ciclos marcan una fase de activación que va, desde las seis de la mañana con la salida del sol, hasta las seis de la tarde, hora que da lugar a la fase de descanso y reparación, que comienza con el anochecer y cierra el ciclo nocturno», comenta.
«Para perder peso es necesario acoplar el consumo de los alimentos a estas oscilaciones naturales», enfatiza Ramo. «Estos ritmos hormonales dependen de la luz solar, cuya ausencia o presencia es captada por la retina del ojo, la cual envía señales a la glándula pineal del cerebro, que estimula o inhibe la producción de las sustancias denominadas neurotrasmisores, como la melatonina y la serotonina», señala.
Según Ramo, los ciclos del día y la noche, del sol y la oscuridad, generan ritmos hormonales en los sistemas endocrino y nervioso central, que influyen en la metabolización de los alimentos. «Esta dieta disminuye el consumo de comidas grasas en horas nocturnas, obligando a que durante el sueño nuestro organismo utilice sus propias grasas de reserva sin perjuicio de nuestros tejidos nobles, fomentando la pérdida de peso», arguye.