El Informador / BARCELONA, ESPAÑA (20/MAR/2017) .- La enfermedad de Huntington provoca alteraciones de las neuronas desde que estas comienzan a desarrollarse, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevas terapias aplicables antes de la aparición de los síntomas, según un estudio publicado por Nature Neuroscience.
En la investigación han participado, entre otros, expertos españoles de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) del Hospital Clínic.
La investigación abre la puerta al desarrollo de terapias aplicables en la fase previa a la aparición de los síntomas de esta enfermedad, un trastorno neurodegenerativo progresivo e irreversible originado por la mutación en el gen que codifica para la proteína huntingtina.
Se trata de una enfermedad rara o minoritaria de carácter hereditario que en los países occidentales tiene una incidencia de entre cinco y siete afectados por cada 100 mil personas.
Utilizando células madre pluripotentes derivadas de pacientes (iPSC) y modelos animales de la enfermedad, la investigación muestra que genes implicados en el desarrollo del núcleo estriado -la estructura del sistema nervioso afectada por el trastorno- ya están alterados en el proceso en que se originan las neuronas.
Según los investigadores, estos resultados podrían cambiar el modo de enfocar el tratamiento de la enfermedad, todavía sin cura, ya que abren la puerta a nuevas terapias aplicables en la fase previa a la aparición de los síntomas.
«A pesar de ser una enfermedad genética, hasta ahora se pensaba que el desarrollo del sistema nervioso de los pacientes era correcto hasta que el paciente envejecía y empezaban a aparecer síntomas como alteraciones motoras, déficits cognitivos y desórdenes psiquiátricos», explicó Canals.
«Nuestros resultados indican que existen indicios sutiles de alteraciones en el desarrollo de las neuronas de estos pacientes que hacen que no sean iguales que las neuronas normales», dijo el profesor de Biomedicina y miembro del Instituto de Neurociencias de la UB.
La primera fase del estudio, liderada por el grupo de la UB, consistió en un análisis de expresión génica durante el desarrollo estriatal en modelos animales, que después se comparó con la expresión génica de neuronas derivadas de células humanas iPSC.
Las iPSC son células de la piel reprogramadas con factores de transcripción para que funcionen como una célula madre pluripotente similar a las embrionarias, con capacidad de diferenciarse en cualquier tipo de célula especializada, en este caso neuronas. Este proceso permite estudiar los efectos de la mutación genética en las células afectadas por la enfermedad.
Cuando los investigadores cruzaron los datos de expresión génica, detectaron que más de 600 genes responsables del desarrollo estaban alterados en las células de los pacientes de Huntington.
De este listado de genes alterados, seleccionaron los más importantes y se centraron en una vía concreta cuya expresión se puede controlar con un fármaco: la molécula ISX-9. Este fármaco se administró a células de enfermos in vitro y también a ratones con de la enfermedad, con efectos neuroprotectores.
«El fármaco revirtió algunos de los marcadores: se constató un aumento de las sinapsis y también mejoras cognitivas en los ratones modelo de la enfermedad, que mejoraban en las pruebas de memoria», detalló Mónica Pardo.
«Los resultados demuestran que las neuronas de los enfermos de Huntington, aunque aparentemente desempeñan la misma función que las neuronas normales, no son 100 por cien iguales, y que actuando sobre los genes del desarrollo alterados podrían revertirse y aliviarse los síntomas», resumió Canals.
Según el investigador, el estudio supone un cambio porque «en vez de esperar a la aparición de los síntomas, como se hace actualmente, quizás se debería atacar mucho antes este mal funcionamiento de las neuronas con fármacos, o induciendo la funcionalidad de las neuronas afectadas, del mismo modo que ya se está probando en otras enfermedades como el párkinson».