Especialistas de EEUU, México y Canadá reunidos en un foro de la International Life Science Institute (ILSI) coincidieron en que, contra la creencia común, el azúcar y los edulcorantes por sí mismos no son los únicos culpables para la obesidad.
«El azúcar no es el enemigo, el problema son las calorías», señaló el doctor John L. Sievenpiper, médico del St. Michael’s Hospital de Toronto (Canadá) durante el encuentro organizado por esta asociación internacional.
Durante años, los llamados azúcares añadidos han sido culpados de contribuir al aumento de la obesidad y señalados como causantes de diabetes, incremento de enfermedades coronarias, hipertensión, entre otros males. «Ha existido hasta ahora una visión ‘azúcarocentrista’ del problema, una especie de doctrina que ha centrado el debate en el azúcar», indicó Sievenpiper.
El consumo de esas bebidas, explicó, es un factor relativo si se compara con otros hábitos de riesgo como fumar, la genética o el sedentarismo. Los estudios más recientes señalan otros alimentos como las papas (patatas) chips, la carne o las frituras como más influyentes que las bebidas endulzadas con azúcar en la aparición de la obesidad.
En México, el 32,8% de la población es obesa, el porcentaje más alto del mundo y si a eso se suma el sobrepeso, la cifra se eleva al 71,3%. Este año, en México se aprobaron impuestos específicos a los alimentos que contienen este producto. En otros países se han promovido acciones como la restricción en el tamaño de las bebidas, aplicada por Michael Bloomberg cuando fue alcalde de Nueva York.
«El concepto fundamental de adicción a la comida o adicción al azúcar está siendo cuestionado», señaló el informe «Evidencia Actual en Edulcorantes y Salud», cuyos autores son Sievenpiper, John S. White y John D. Fernstorm.
Para buscar las verdaderas causas de la obesidad, los expertos indican que hay que mirar el consumo calórico per cápita diario. En 1970, se consumían diariamente un promedio de 2.155 calorías y en la actualidad ronda las 2.604. De ese total, el consumo de azúcar y edulcorantes representa solo el 8%, lo que se explica por qué ahora se comen más grasas, aceites, harinas y cereales.
El problema de la obesidad es multifactorial y complejo. La clave es comer de forma balanceada y cuidar las porciones. Si se pretende bajar de peso hay que hacer un cambio en la alimentación y aumentar el ejercicio, según el foro.