Alana Marrero González, LND MHSN [email protected]
La depresión es uno de los problemas más grandes que la sociedad enfrenta hoy en día. Lejos de ser una tendencia que muestre mejoría, según el Instituto de Medicina Funcional este mal será la segunda causa de discapacidad a nivel mundial para el año 2020.
Si cada año que pasa se prescriben ampliamente medicamentos antidepresivos a pesar de que esta epidemia sigue aumentando, esto indica que no es suficiente tratarla solamente con medicamentos. Por el contrario ante la depresión debes contar con un enfoque más integral tomando en cuenta cada aspecto del estilo de vida diario.
En términos de alimentación, existe una gran relación entre la alimentación que consumimos y el desarrollo y mantenimiento de la depresión. Para entender un poco más la relación y la importancia de alimentarnos adecuadamente, es necesario mencionar que: una mala alimentación provoca desbalances nutricionales que se relacionan con deficiencias en la producción de serotonina (un neurotransmisor importante que interviene en el control del estado de ánimo), ansiedad y trastornos de conducta.
Con el fin de tratar la depresión a través de los alimentos, se recomiendan los siguientes cambios:
Mejora la salud de tu intestino Para ello es necesario que consumas alimentos que no sean difíciles de procesar y esto es sencillo de hacer: entre más similar es el alimento a su forma pura o natural, más fácil va a ser digerirlo. Así que mantente alejado de alimentos altamente procesados y llenos de aditivos artificiales y enfocate en comer más alimentos en su estado natural como frutas, vegetales, semillas, legumbres y proteínas.
Disminuye la inflamación de tu cuerpo El nutriente antiinflamatorio por excelencia es el omega 3. Para ello suplementa tu dieta con DHA y aumenta el consumo de alimentos que contengan omega 3 como lo son: pescados (atún, salmón, trucha y sardinas), semillas de linaza molida, chía y nueces, alimentos suplementados con omega 3 como los huevos y el aceite de soya.
Aumenta el consumo de frutas y vegetales Las frutas y vegetales son fuentes de un sin número de vitaminas, minerales y químicos naturales que son necesarios para las reacciones internas de nuestro organismo, incluyendo la integridad del sistema nervioso. Consume frutas por la mañana e incluye una porción grande de vegetales en tu almuerzo y cena, haciéndo énfasis a los vegetales de color verde oscuro.
Reduce tu porcentaje de grasa corporal Realiza actividad física de 30 a 45 minutos todos los días.
5. Consume alimentos que contengan fuentes de nutrientes que mejoren tu estado de ánimo
Triptófano: aminoácido necesario para la formación de la serotonina. Este aminoácido es esencial, lo que significa que el cuerpo por sí solo no lo puede producir lo que debe de ser ingerido a través de la dieta. Alimentos fuentes triptófano son: el maní y semillas de girasol, chocolate oscuro (75% o más de cacao), edamame (frijol de soya) y legumbres como lentejas y frijoles.
Magnesio: el magnesio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos así como para la relajación de los músculos. Personas con deficiencia de este mineral regularmente presentan cuadros de ansiedad, irritabilidad, fatiga y depresión. Para mantener un buen consumo de magnesio en tu organismo incluye diariamente: semillas (almendras, nueces, maní y pistachos) en su forma natural, aguacate, espinacas, granos integrales y germen de trigo, legumbres y papa.
Vitamina D: Según diversos estudios, se han encontrado una relación entre bajos niveles de vitamina D y la depresión. La luz solar es necesaria para la absorción de la vitamina D. Por esta razón se recomienda tomar sol al menos 10 minutos cada día en horas de luz no intensas (más temprano de las 9:00 am o más tarde de las 3:00 pm).
Vitaminas del complejo B: vitaminas necesarias para mantener la integridad de todo el sistema nervioso, especialmente la vitamina B6 y B12 que participan en la transmisión de señales de los neurotransmisores del cerebro. Alimentos fuentes de vitamina B 6: aguacate, guineo, legumbres, granos enteros (integrales), carne de res y pollo. Alimentos fuentes de vitamina B12: vegetales color verde oscuro, huevo, carne de res, pollo, mariscos y productos lácteos.
Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.