Los treinta: la edad ideal para conservar óvulos

La Nacion / La recomendación es hacer la vitrificación antes de los 30. Foto: Shutterstock A esta altura de los acontecimientos podría ser considerada una medida de prevención de salud reproductiva. Desde que en 2006 un grupo de investigadores japoneses dieron con el método de la vitrificación -y no congelamiento- de óvulos se le pudo ganar algo de tiempo al reloj biológico y posponer el deseo de ser madre sin preocupaciones. A través de la vitrificación se extraen entre diez y veinte óvulos que se guardan fuera de los ovarios para evitar el deterioro que viene junto con la edad y que permite planificar una maternidad a conciencia sin renunciar a una carrera profesional exitosa y sin depender necesariamente de una pareja.

Vitrificación de óvulos, ¿qué es?

Se trata de una técnica revolucionaria que permite un congelamiento de los ovocitos a muy alta velocidad que evita que se formen los cristales de hielo que rompen la estructura de la célula. El médico ginecólogo Fernando Neuspiller, director médico de IVI, explica que «una vez extraídos los óvulos se les retira el agua y se los coloca en nitrógeno líquido a menos de 196 grados. De esta manera, el citoplasma y el núcleo de cada uno se mantienen en un estado vítreo similar al vidrio y duran para siempre». Los óvulos vitrificados no tienen fecha de vencimiento y se conservan siempre en su mayor esplendor.

La edad de la mujer, ¿existe una ideal para vitrificar óvulos?

Absolutamente sí. Todos los especialistas coinciden en que lo mejor es hacer este procedimiento antes de los treinta años como una medida de prevención. «El gran aprendizaje de esta década es la demostración de la experiencia clínica que confirmó que la eficiencia de la vitrificación de óvulos depende directamente de la edad de la mujer. Si los ovocitos se extraen antes de los treinta años hay un 90% de posibilidad de que, en algún momento, nazca un bebé sano. Cuando la mujer pasa los treinta esa posibilidad desciende gradualmente hasta un 60% cuando llega a los 35. Y ya después se produce un daño brusco en la tasa de efectividad clínica relacionada con los problemas genéticos que los óvulos comienzan a tener a esa edad», explica la doctora Stella Lancuba, directora de CIMER -Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva-. En este sentido, Neuspiller de IVI advierte que «todas las mujeres deberían preservar su fertilidad lo antes posible. Considerando los cambios sociales conviene congelar los óvulos antes de los treinta».

La fertilización es externa pero no in vitro. Las etapas del procedimiento Aclaración fundamental para las miedosas: no es una operación, sino que el procedimiento se realiza por vía vaginal con la ayuda de un ecógrafo que muestra cuáles son los óvulos maduros listos para ser extraídos. Sólo implica una sedación para evitar toda clase de dolor o incomodidad.

1-Estudios. La mujer debe hacerse un análisis de sangre y una ecografía de donde se obtienen determinados marcadores biológicos que se estudian para saber si se puede o no vitrificar. «Los estudios hormonales sirven para conocer la reserva ovárica -una mujer tiene alrededor de 400 mil óvulos en total-, mientras que en la ecografía se analizan los folículos que rodean a los óvulos», señala Lancuba de CIMER. Si estos dos estudios dan bien se procede a la segunda etapa.

2-Estimulación ovárica. Diez días antes del procedimiento se hace la estimulación ovárica para conseguir la máxima cantidad de ovocitos de una sola vez. «Este proceso se sigue a través de ecografías para poder determinar el momento adecuado de extracción», explica el doctor Edgardo Young, profesor consulto de la UBA, académico de número de la Academia Nacional de Medicina en ginecología y director del Instituto de Fertilidad -IFER-. Lo ideal es obtener los óvulos una hora antes de la ovulación. El proceso se realiza con un ecógrafo. «Los óvulos están rodeados por folículos. Cuando la paciente se hace la ecografía en los primeros días del ciclo se ven los ovocitos pequeños. La estimulación ovárica provoca que algunos crezcan hasta 15 milímetros: estos son los que están maduros y listos para guardar», dice Neuspiller y agrega que «una mujer de 36 años necesita de quince óvulos para congelar porque tiene cuatro de cada diez anormales. A los 40 necesitan treinta porque ocho de cada diez son genéticamente anormales». Es decir, cuanto más grande la mujer más óvulos debe conseguir para aumentar la posibilidad de tener un hijo. Se estima que la tasa de sobrevida de los óvulos desvitrificados es del 87%: nueve de cada diez sobreviven.

3-Recolección. Se aplica la técnica de aspiración folicular. «Por vía trasvaginal, se utiliza un método que es de punción y no de corte. Cada óvulo extraído se coloca en una solución crioprotectora y se vitrifica inmediatamente», detalla Lancuba.

El mantenimiento Una vez vitrificados los óvulos se colocan en tanques con nitrógeno líquido que con monitoreados las 24 horas. En general, se guardan hasta que la mujer tiene cincuenta años. En ese momento, que todavía no llegó, se le consulta qué quiere hacer con sus óvulos. «Hoy a través de técnicas complejas se puede transformar un ovocito en una célula madre. En algún sentido, tener células propias guardadas será en el futuro como tener plata en el banco pero en términos de salud. A principios de este año, un grupo de investigadores del Instituto Salk de California creó un polémico embrión mitad cerdo mitad humano con el objetivo de utilizar sus órganos en humanos», cuenta el director médico de IVI.

El costo

El procedimiento cuesta alrededor de 30 mil pesos y el mantenimiento unos 50 dólares al mes.

Fertilización de un óvulo vitrificado Cuando se utiliza un óvulo vitrificado la fertilización siempre es externa, pero no in vitro. La directora de CIMER explica que se utiliza una técnica llamada ICSI. «Se trata de una microinyección espermática que introduce sólo un espermatozoide, el mejor de todos y que es efectiva en un 95% de los casos.»

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