La Nacion /
Tener sexo en dosis regulares podría ser una receta segura para mantener la inteligencia afilada y llegar a la mediana edad con las funciones cognitivas como nuevas , asegura un estudio científico. «Las relaciones sexuales en la vida no sólo son importantes para el sexo per se , sino que impacta en otros factores, en este caso la función cognitiva», decía al diario The Intependent la especialista Hayley Wright, del centro de investigación de la Universidad de Coventry especializada en Psicología y Comportamiento.
Junto con un equipo de la Universidad de Oxford consultó a 73 participantes de entre 50 y 83 años acerca de su actividad sexual: 37 dijeron tener relaciones sexuales semanales, 26 mensuales y 10 nunca. Al evaluar luego la función cerebral de todos los participantes, encontraron que los que tenían relaciones con más frecuencia obtuvieron 2% de resultados más altos en algunas de las tareas asignadas que aquellos que tenían relaciones mensuales, y 4% más que los que nunca las habían tenido. El estudio, que fue publicado e n The Journals of Gerontology, concluyó también que el sexo regular impactó en las pruebas de fluidez verbal (nombrar en un minuto ciertas palabras o animales, etc, entre otros ejercicios y juegos de mente).
Por esa razón, y mientras los millennials gozan con la tecnología y los viajes más que con los contactos reales, el sitio de citas Match acaba de lanzar un portal llamado Ourtime dedicado a la gente de más de 50 años. El 24% de los nuevos usuarios coincidió en que no esperaría un mes para acostarse con una próxima cita. «Cada vez que hacemos otra investigación nos acercamos un poco más a entender esta asociación, cuales son los mecanismos subyacentes y si hay una relación de causa y efecto entre la actividad sexual y la función cognitiva en los adultos. A la gente no le gusta pensar que los mayores tienen relaciones sexuales, pero debemos desafiar esta concepción a nivel social y ver qué impacto puede tener la actividad sexual en los mayores de 50 años, más allá de los efectos conocidos sobre el bienestar general.»
Que el sexo es más eficaz que el sudoku ya lo habían demostrado años atrás los investigadores de Nueva Jersey, Barry Komisaruk y la sexóloga Beverly Whipple, cuando encontraron que practicar juegos ejercita la mente y aumenta la actividad pero solo en cierta regiones del cerebro, mientras que basta un orgasmo para activar todo el conjunto cerebral. Al parecer durante el clímax aumenta «el flujo de sangre» y eso potencia los nutrientes y la oxigenación en la cabeza, explica Komisaruk, autor y reconocido estudioso del placer sexual. Habrá que ponerse a practicar el sexdoku semanal.
En esta nota: Sexo y pareja LA NACION Sociedad Sexo a diario