El Comercio /
En un período de tres años, tres científicas de la Facultad de Salud de la Universidad Técnica del Norte realizaron los análisis de la medicina tradicional que se practica en la provincia del Napo . Los estudios se realizaron a 250 personas que practican este tipo de tratamientos.
Uno de los primeros resultados de esta investigación fue que existe un bajo nivel de estimación de la medicina tradicional por parte de los servicios de salud.
En la zona analizada, por ejemplo, el papel de los ‘curanderos’ va más allá de la recomendación sobre el uso de determinadas plantas o procedimientos. La gente de estas poblaciones kichwa mantiene una estrecha relación con sus agentes tradicionales (clasificados en pajukuk, samayuk, yachack, bancuk, kuraga) al momento de decidir sobre el futuro de su estado de salud.
Tal como lo recoge la investigación, la Organización Mundial de la Salud recomendó en 2013 a las autoridades sanitarias de los gobiernos locales que tomen en cuenta la importancia de la medicina tradicional al momento de establecer planes de salud.
Al respecto, el estudio de campo en el Napo reveló que estos procedimientos no solo sirven como una práctica espiritual, sino que configuran una forma de pensar y conectarse con la naturaleza. «La medicina tradicional s e define como la ciencia silenciosa la cual protege la naturaleza, los poderes ancestrales, que luego es aplicada para curar enfermedades», señalan las autoras de esta investigación.