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No es el aguacate, su tipo de fama no hace que se creen restaurantes específicos para su consumo, pero posee propiedades beneficiosas para la salud, física y emocional, que no imaginas.
La tendencia de comer bien, no solo ha hecho que se incluyan en la lista de alimentos beneficiosos alimentos verdes y semillas, sino que también ha ayudado a recuperar la tradición de alimentos de toda la vida, que bien planteados y tomados son realmente beneficiosos. La sobrasada no sólo es un alimento delicioso, sino que es un alimento rico en vitamina B3, así que ayuda a combatir la artritis y favorece el buen funcionamiento del sistema circulatorio y es que, 100 mg de sobrasada contienen casi 12 de niacina o vitamina B3. Además, y en contra de la creencia popular, ayuda a reducir el colesterol.
Su alto contenido en vitamina B1 hace que la sobrasada se convierta en un alimento que disminuye la depresión y el estrés. También es recomendable consumirla en periodos de convalecencia porque bajan los niveles de B1, y ésta es necesaria porque ayuda al cuerpo en la cicatrización de las heridas.
La sobrasada tiene el sodio suficiente para ayudar a administrar la energía del cuerpo, a través del apoyo del metabolismo de los alimentos. Y tiene efecto «subida de ánimo», ideal para contrarrestar el desgaste de jornadas de trabajo o deporte.
Mallorca es mucho más que ensaimadas, la sobrasada de esta tierra, la más famosa y consumida, tiene Indicación Geográfica Protegida, y no son tantas las empresas que la fabrican. El Zagal , por ejemplo, es una de las empresas con más experiencia en la elaboración de sobrasada de Mallorca, ya que llevan más de 100 años fabricándola y su creación ha ido pasando de generación en generación hasta llegar a la actual, la cuarta generación, encabezada por su CEO, Cristian Tejedor.
Los biólogos expertos de la marca explican que la sobrasada también es rica en ácido oleico (más del 20% sobre producto), llamado también Omega-9. Entre los beneficios del ácido oleico están la reducción del colesterol «malo» ya que disminuye las lipoproteínas de baja densidad y ayuda aumentar la lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno).
El valor de lo natural
Su uso va más allá de untarlo en una simple rebanada de plan payés. Y es que además de disfrutarla con miel, azúcar o mermeladas, podemos cocinarla para utilizarla en pasta, hamburguesas, verduras al horno, risottos, incluso en ensaladas. Uno de los platos más famosos que la utilizan como ingrediente es el huevo parmentier con sobrasada. La sobrasada no solo se consume en frío, puede echarse a la sartén para obtener una textura cremosa, que se puede integrar en todo tipo de platos conservando su sabor y sus propiedades.
El consumo de sobrasada entra dentro de una tendencia que recupera lo tradicional y se enfoca hacia la naturaleza y hacia aprovechar los recursos y tesoros de los que disponemos. Muestra de ello son todos los movimientos gastronómicos que intentan poner en valor la gastronomía de la zona en lugar de dejarse inundar por cadenas que homogeneizan la oferta. El mejor ejemplo, además de organizaciones como Slow Food España, que promueve una gastronomía responsable con el ecosistema y los productores, es el modelo de hotel que en lugar de gestionar de forma interna su restaurante, confía en un restaurante de la zona que utiliza productos de calidad.