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Es habitual escuchar que no es recomendable entrenar por la noche. Que colabora con el insomnio o que el cuerpo no está en su mejor momento. Que comer después del ejercicio no es aconsejable y esperar al menos una hora es prácticamente imposible tan tarde. Ahora, la mayoría dejamos las actividades físicas para el final del día porque la otra opción implica levantarse a las seis de la mañana y no todos podemos hacerlo.
Ante el dilema, lo mejor es siempre consultar con profesionales. Lo hice y me encontré con que estamos hablando de un mito. Liso y llano, cada organismo es diferente y todos reaccionamos distinto a los estímulos. En materia de entrenamiento sucede lo mismo.
Hablé con el reconocido entrenador personal Pablo Benadiba y me lo confirmó. En sus palabras: » tenemos que partir de la base de que cada persona es diferente. Existen los que por la mañana se encuentran con más fuerza y actitud para mover el cuerpo, simplemente porque su metabolismo funciona mejor después del descanso.»
Y aquí la respuesta a todas las preguntas respecto de cuando nos conviene entrenar, agarrar la bici, hacer yoga, salir a correr o meternos en una pileta a nadar. Depende exclusivamente de cómo nos sentimos mejor con nuestro cuerpo. Tenemos que escucharnos y sabremos si nos resulta más agradable activar el cuerpo cuando comienza o cuando termina el día. Y esa es la voz que tenemos que escuchar. La de nuestro cuerpo, porque es quien nos informa sobre el tipo de organismo que tenemos. La inclinación natural es la que determina nuestro mejor momento para la actividad física.
Las razones
Los que prefieren hacerlo por la noche, sienten que es una buena manera de liberar las tensiones acumuladas durante el día y de esta forma descansar mejor. Ahora, dependiendo del ciclo circadiano y del tipo de actividad, a veces se produce un efecto contrario y se pueden sufrir varias horas de insomnio. Esto puede suceder cuando se trata de actividades adrenalínicas fundamentalmente.
Benadiba habla también de cuestiones más profundas del organismo: «aquellas personas a las que la mañana se les hace hostil, generalmente tienen organismos que necesitan que su nivel de glucosa sea más alto y la mañana generalmente es el momento donde se encuentra más bajo por la cantidad de horas sin alimentación. Con esto quiero decir que las fases de la luz, el nivel de hormonas en sangre, la oscuridad o claridad, la temperatura corporal, son factores que interfieren en cada persona de manera distinta .»
Y para seguir marcando diferencias, podemos encontrarnos con quienes prefieren hacer actividad por la mañana para sacarse el tema de encima y evitar crearse compromisos para boicotearla. Y esto es algo que sucede más de lo que nos gustaría aceptar. El boicot, claro. Y es tal vez, lo único que debemos evitar porque estar en movimiento es fundamental para la salud física y mental.
Y quienes eligen la noche, muchas veces lo hacen porque logran niveles de relajación tales que no les permitiría entrar luego en otra actividad como el trabajo. Algunas ventajas de la noche con respecto a la mañana es que los niveles hormonales son más alto y también la temperatura corporal y estos elementos colaboran evitando posibles lesiones.
Si te cuesta mucho arrancar, probablemente no sea ideal que entrenes desde temprano. Entonces, observemos nuestro cuerpo. Dejémonos guiar por nuestra inclinación natural y activemos en el momento en que mejor nos sentimos, sin importar lo que el resto del mundo diga.
Así como a algunas personas les resulta más salir a correr y a otras les hace mejor tomar clases de yoga, igual sucede con los horarios. Lo único realmente importante es hacer y lograr continuidad en la actividad que más concuerde con nosotros, porque eso es lo que va a hacer una diferencia real en nuestra calidad de vida.
El deportista nocturno en detalle
Su cuerpo se siente más energizado a la noche que a la mañana
Le cuesta arrancar el día hasta que no comió bien y puso todo en movimiento
Elige un ejercicio que sirve para descargar tensiones y facilita el sueño
Puede luchar contra los boicots del día (actividades, compromisos, tentaciones y posibles excusas)
LA NACION Sociedad Bienestar