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Las cesáreas en Europa y América suelen ser horizontales, salvo en casos excepcionales. Suelen dejar una cicatriz transversal por debajo de la línea del bikini de entre 10 y 20 cm. Pero en muchas clínicas y hospitales japoneses, así como en otros países asiáticos como China y Corea del Sur, todavía hoy en día se hace habitualmente un corte vertical por debajo del ombligo.
Esas cicatrices longitudinales llamaron la atención de muchas personas que comentaron en internet un video de un servicio gratuito que ofrece el tatuador chino Shi Hailei, de Shanghái, para mujeres que dan a luz por cesárea.
Las cicatrices de sus cesáreas verticales tienden a verse más y muchas madres chinas quieren esconderlas, por eso este tatuador las «disfraza» con tatuajes al gusto. Atiende a unas seis madres al mes.
Pero muchos usuarios de otros países se extrañaron al ver estas incisiones verticales, que en otras partes del mundo son raras y características de otra época.
«La disimulé con una ancla »
Helen Ayumi, que viven en Japón, es una de las mujeres que tiene una cicatriz longitudinal y quiso disimularla. «Aquí en Japón también son verticales… mi cicatriz es longitudinal y yo me tatué una ancla», le dijo Helen a Ewerthon Tobace, colaborador de BBC Brasil en Tokio.
Cristina Hatori tuvo dos cesáreas en Japón y se quedó con una cicatriz vertical.. «Mi médico me dijo que las fibras musculares de la barriga están en vertical, y que por eso la cirugía vertical es la más correcta», dijo. «Yo le rogué al médico que me la hiciera horizontal pero él me dijo que no, hasta lloré… pero como no tenía tiempo de buscar a otro médico que me la hiciese horizontal porque mi hija ya estaba lista para nacer, pues fue vertical».
Pero hoy en día en casi todo el mundo lo habitual es que sean transversales, justo por debajo de la línea del bikini, salvo en algunas ocasiones «raras», según el servicio de salud pública de Reino Unido, el NHS, en las que por razones médicas es necesario que sea vertical.
Una de esas ocasiones suele ser cuando hay placenta previa, es decir, cuando ésta está situada muy próxima al cuello uterino, de tal manera que obstruye el canal del parto.
¿Por qué hacerla vertical?
Tobace habló con varios ginecólogos de Japón para entender por qué allí se sigue utilizando habitualmente el corte vertical.
El corte vertical todavía se practica habitualmente en éste y otros países asiáticos por una cuestión cultural, según el médico obstetra Cleber Sato, autor de la Guía del embarazo en Japón, que está dirigida a las mujeres entre los más de 150.000 brasileños que viven en ese país.
«Mi cicatriz es grande y me quedó un agujero en la parte de arriba, así que bromeo que tengo dos ombligos», dice Samanta Yoshida. «Cambiar algo que desde hace tiempo ha estado funcionando bien implica una ruptura del paradigma. Además, tradicionalmente la mujer japonesa tendía a preocuparse menos por la estética, pero actualmente eso ya no es verdad».
En caso de emergencia En las situaciones de emergencia o en las que hay que tener un cuidado extremo es común en cualquier país del mundo que la incisión de la cesárea sea vertical.
«Mi cicatriz es grande y me quedó un agujero en la parte de arriba, así que bromeo que tengo dos ombligos», dice Samanta Yoshida.
De esa manera se puede extraer al bebé del útero más fácil y rápidamente, sin provocar grandes riesgos para la madre o para el recién nacido.
«El corte vertical en el abdomen genera menos hemorragia, ya que tenemos la llamada línea media que une los músculos abdominales y las fascias, que son como continuaciones de los músculos en el medio de la barriga», le dijo Sato al periodista de la BBC.
«Este procedimiento también está indicado cuando el bebé es prematuro o cuando la placenta está ubicada en la parte inferior del útero y hay riesgos al hacer un corte transversal», explica la doctora Elza Nakahagi, autora del Diccionario de Términos Médicos, una publicación en portugués y japonés para ayudar a los brasileños a comunicarse con los médicos en Japón.
Eso precisamente fue lo que le pasó a Luciana.
Había empezado el proceso de parto de su hija, que hoy tiene nueve meses, cuando «la bolsa se rompió, tenía contracciones pero el bebé no había girado para ponerse en la posición correcta, así que el médico optó por hacer una cesárea a última hora», cuenta.
«Me dieron anestesia y me quedé una semana internada en el hospital. Sólo me di cuenta de que el corte era vertical cuando estaba lista para irme del hospital», cuenta Luciana, que vive en Japón desde hace 10 años y tiene tres hijos.
«Después le pregunté al médico, pero me dijo que el bebé se estaba sofocando y que tuvo que hacer la cirugía muy rápidamente», dice la brasileña, que acabó aceptando lo que había ocurrido.
«No me molesta la cicatriz, porque fue por el bien de mi hija. Pero se quedó fea, aunque la cuestión estética no es un problema para mi», afirma.
«Dos ombligos»
Samanta Yoshida, de 42 años, tampoco siente vergüenza por la cicatriz vertical que le dejó una cesárea hace 20 años en Japón.
«Me la hicieron porque ya había salido de cuentas, no tenía dilatación alguna y el bebé estaba creciendo demasiado». Esta brasileña recuerda que el médico le dijo que le iba a hacer una incisión longitudinal.
Samanta Yoshida dice que no siente verguenza por la cicatriz vertical de su cesárea. «Si yo prefiriera un corte horizontal tendría que haberme ido a otro hospital, pero decidí hacerlo allí mismo, y no me arrepentí».
«Mi cicatriz es grande y me quedó un agujero en la parte de arriba, así que bromeo que tengo dos ombligos», comenta Samanta.
«Dejé de usar bi k ini»
Pero no todas las madres se quedan contentas por la marca que suelen dejar las cesáreas japonesas.
La brasileña Cristina Naomi Hatori, de 41 años, dice que evita mostrar la cicatriz del parto por razones estéticas y dejó de usar ropa corta e incluso bikini. Hace nueve años que tuvo a su hija por una cesárea de emergencia.
«Fue un parto prematuro y yo ya sabía que me iban a hacer un corte vertical». En el parto de su segunda hija, hace un año, le pidió a los médicos que le hicieran la incisión en el mismo lugar.»Porque ahora en ese hospital ya están haciendo el corte horizontal, pero yo no quería tener dos cicatrices», explicó.
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