El Caribe /
En secuela natural del tema de la semana pasada sobre cómo nuestra dieta debe ser considerada como eventual causa de insomnio, hablemos ahora de los alimentos que sí favorecen el sueño e inducen al descanso reparador.
Empecemos mencionando los alimentos que contienen triptófano, uno de los 8 aminoácidos llamados esenciales porque nuestro cuerpo no los sintetiza o lo hace en cantidades muy por debajo de las que necesitamos, por lo que debemos incorporarlos a través de la dieta ya que son imprescindibles.
Aminoácidos son los componentes de las proteínas, de las que depende la estructura de nuestro cuerpo y, son asimismo la única fuente para los seres humanos adquirir nitrógeno, elemento indispensable para la vida.
El triptófano interviene en la síntesis de la serotonina y la melatonina, que son hormonas muy envueltas en nuestro natural ciclo de sueño y habilidad para controlar la respuesta al estrés. Mantiene los niveles de serotonina durante el día en un nivel adecuado, y en la noche apoya la producción de melatonina, con lo que mejora la habilidad natural de nuestro cuerpo para estar cansados en el correcto periodo del día, caer dormidos y obtener el sueño que necesitamos.
Podemos hallarlo en los alimentos que provienen de animales, como la carne, el pescado, los lácteos (Aunque el queso en específico tiene mucha tirosina, aminoácido que apoya la producción de dopamina, neurotransmisor que hace al cerebro más activo y causa dificultades para dormir) y los huevos.
Entre los vegetales, las mejores fuentes son la avena, berro, brotes de alfalfa, dátiles, espinaca, semillas de girasol y calabaza, soja, zanahoria, remolacha, maní, apio, brócoli, arroz integral.
Otras fuentes a mencionar son la espirulina y el chocolate amargo, aunque por su efecto estimulante éste último puede afectar el sueño en personas muy sensibles.
Es necesario puntualizar que si se trata de combatir problemas de sueño, es necesario la suplementación, es decir, tomar suplementos de triptófano que aportarán las cantidades óptimas; alimentos por sí solos no serán suficientes en tal caso.
Favorecen el sueño también los alimentos ricos en magnesio, como la espinaca, acelga, aguacate, semillas de calabaza, almendras, guineo, habichuelas negras, semillas de cajuil, entre otros. La sabiduría popular menciona muchas otras fuentes, como la lechuga, el jugo de cereza y el tamarindo.
Un dato importante es que deficiencias de calcio pueden reflejarse en problemas para dormir. De otro lado, es importante tener en cuenta que la actividad física regular puede promover un mejor sueño. Sin embargo, siempre evitar hacer ejercicio muy cerca del horario de irnos a dormir.