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Un estudio en Estados Unidos comparó diversas actividades como bailar, caminar y realizar estiramientos para conocer cuál es el impacto de éstas para el cerebro. Los resultados mostraron que ciertos tipos de danzas requieren aprender coreografías, lo que retrasa la degeneración a nivel neurológico , asociada con el paso del tiempo.
La investigación reveló que ese tipo de baile puede, incluso, aumentar la densidad de la llamada materia blanca , que es la parte del sistema nervioso central que coordina la comunicación entre las diferentes partes del cerebro. Dichos efectos positivos se pueden evidenciar en un periodo de apenas seis meses.
Voluntarios sedentarios
Asimismo, la degeneración de la materia blanca en el cerebro -o desconexión estructural- es uno de los principales mecanismos neurológicos detrás del declive asociado al avance de la edad en funciones cognitivas como la velocidad para procesar datos, señaló el estudio.
Los científicos indagaron el impacto de diferentes actividades en la materia blanca de un grupo de 174 personas mayores entre los 60 y 70 años.
La mayoría de estos voluntarios mostraron una vida sedentaria o practicaban algún deporte sin regularidad.
Bailar, caminar y hacer estiramientos
Para llevar a cabo el estudio, los investgadores dividieron al azar a los participantes en tres subgrupos.
El primer grupo inició un programa supervisado de caminatas enérgicas durante una hora tres veces a la semana. El segundo, realizó un programa supervisado de estiramientos y ejercicios de equilibrio también tres veces al día por una semana. Y el último grupo, por el mismo tiempo, debió concurrir a un estudio de danza para aprender durante una hora una coreografía crecientemente compleja de baile country.
Resultados sorprendentes
Luego de seis meses, los participantes fueron sometidos nuevamente a pruebas y tomografías de resonancia magnética.
La degeneración en la materia blanca era más clara en los participantes de mayor edad y aquellos que habían tenido un estilo de vida más sedentario antes del estudio. Casi todos los voluntarios de los diferentes subgrupos obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas gracias al ejercicio, aún si su materia blanca mostraba leve degeneración en la tomografía.
Eso indica, según los científicos, que puede haber un retraso entre los cambios estructurales en el cerebro y el momento en que comienzan a experimentarse problemas con el pensamiento o la memoria.
Aquellas personas que ya realizaban ejercicio antes del estudio fueron las que mostraron menor declive en su materia blanca, pero las que aprendieron las coreografías mostraron incluso un aumento en la materia blanca de acuerdo a las tomografías.
La materia blanca del fornix, una parte del cerebro relacionada con la velocidad de procesamiento y la memoria, mostró en el grupo de baile una mayor densidad que seis meses antes.
Coreografía exigente
Agnieszka Burzynska, una de las autoras del estudio, expresó que las exigencias cognitivas de la danza con sus nuevas coreografías podrían haber afectado las características bioquímicas del tejido cerebral del fornix.
En otras palabras, estar sentado durante demasiado tiempo tiene un efecto dañino en el cerebro, aún si se realiza media hora de ejercicio al final del día.
«El envejecimiento del cerebro es detectable en una escala de seis meses, lo que deja en evidencia la urgencia de encontrar intervenciones efectivas para hacer más lento este proceso» concluyo el estudio de Burzynska.
Por lo que es importante a medida que pasen los años bailar, caminar o realizar otros tipos de ejercicio, para alejar el sedentarismo, que es el gran enemigo del cerebro.
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