Seis beneficios de incluir el pollo en nuestra dieta diaria

La Prensa /

El hombre ha consumido desde hace cientos de años carne de pollo , no solo por lo sencilla que resulta su cría como ave de corral, sino también por la gran variedad de platos y facilidad en su preparación.

Sin embargo, la carne de pollo tiene también muchos beneficios para nuestra salud que la diferencian de otros tipos como la de res o cerdo:

El pollo, al igual que el pavo y el conejo, son consideradas carnes blancas, que a diferencia de la de los mamíferos (carne roja), es más fácil de digerir por los humanos. Por su alto contenido de proteínas, son fundamentales para proveer al cuerpo de los aminoácidos que este no puede producir por sí mismo, y que tienen que adquirirse a través de la alimentación. Las proteínas, además, contribuyen en la formación de los tejidos nuevos. Contiene una menor concentración de purinas que las carnes rojas. La purina, al ser digerida por el organismo, produce ácido úrico, cuya acumulación en las articulaciones puede generar lo que conocemos como gota. Un estudio de la FAO muestra que en promedio una pechuga de pollo contiene poco menos de 3 gramos de grasa (por cada 100 gramos). De este porcentaje, cerca de la mitad son monoinsaturadas, buenas para la salud por ayudar tanto a reducir el colesterol como a desarrollar y mantener las células del cuerpo. Este mismo estudio destaca que la carne de pollo no contiene grasas trans, que contribuyen a que se generen enfermedades del corazón. Es fuente de triptófano, un aminoácido no producido por el cuerpo y que ayuda a este en la elaboración de la niacina, un tipo de vitamina que se cree ayuda en la producción de un sueño saludable y un estado de ánimo estable. Estos valores dependerán siempre de la forma en la que prepares el pollo . Trata de evitar las frituras y de no incluir salsas altas en grasa.