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1. Poodle
Son sumamente cariñosos y juguetones en sus primeros meses, y luego son tranquilos pero siempre dispuestos a corretear y acompañar a los niños. No necesita mucho espacio para vivir, y a lo sumo hay que tener cuidado que los niños no se sobrepasen con su contextura frágil cuando tienen pocos meses.
2. Pug
También conocido por carlino, es el perro al que no todo el mundo le gusta su rostro comprimido y su trompa negra. Pero para otras personas, esta ‘fealdad’ es su rasgo más simpático. Y lo que es seguro es que es un ejemplar muy fiel, que siempre busca que alguien le rasque y que puede demostrar su amor con efusividad.
No es recomendado para familias que se ausenten por largos períodos, el animal se deprime si no se encuentra con su familia a diario. No es un perro para salir a correr, por su constitución física, se cansa rápidamente y tiene problemas al respirar si hace ejercicios intensos. Por ello, es recomendado para las personas que prefieren los paseos tranquilos.
3. Yorkshire terrier
Ideal para quienes viven en lugares pequeños o a los que gustan de llevar a su mascota en la moto y hasta en la bicicleta, el pequeño tamaño del Yorkshire le convierte en uno de los perros falderos por excelencia.
Son algo nerviosos, y tiene que ser bien educados de cachorro para que en su adultez no sea un perro demasiado ladrador. Pero son muy graciosos y sociables, y los niños podrán jugar y mimarlos a lo largo de su vida.
4. Bulldog francés
Otra raza que está de moda, y tiene una fidelidad con sus amos a prueba de fuego, que cuando se encuentra con ellos, emite unos extraños sonidos que divierten a toda la familia. Son muy inteligentes, y detectan con facilidad si algún miembro está angustiado.
Tampoco es apto para grandes caminatas, prefiere la placidez de lugar, aunque sea pequeño, y a lo sumo se da por agradecido con una breve vuelta por el parque.
5. Beagle
Su aspecto de eterno cachorro le convierte en una de las razas favoritas para las familias. No son agresivos, y destacan por el afecto que propagan a sus dueños. Con los extraños son algo desconfiados al principio, pero hay que tener en cuenta que es una raza que proviene de los sabuesos, «y puede ser muy cabezón, por lo que hay que educarlo bien para que no termine imponiendo siempre su voluntad», dice Alejandro Serrat.
6. Cocker
Este perro mediano es como un eterno adolescente, siempre con ganas de jugar, correr y estar activo. Por ello, si no se tiene un parque para que queme sus energías, hay que sacarlo a pasear al menos cuatro veces al día, porque de lo contrario tendrán un poco de mal genio. Pero no son para nada agresivos, y tienen una devoción por sus dueños que se expresa en saludos muy efusivos.
7. Boxer
En la gama de los perros medios a grandes, este es uno de los favoritos de la familias. Su aspecto tristón no tiene nada que ver con su carácter, porque son muy alegres y en momentos de efusión sacuden todo su cuerpo.
No es un perro que sirva para cuidar casas, pero sí son muy protectores de la familia. «Es la raza que más niños ha salvado de morir ahogados», precisa Serrat. Aunque sean adultos con varios años de vida, siempre están dispuestos a jugar y correr.
8. Labrador
Una raza de perros inteligentes (se los usa como lazarillo o en las fuerzas policiales), fieles y cariñosos. Bien educados de pequeños, son capaces de soportar con estoicismo todas las travesuras que les hagan los niños. Les encanta correr por largos períodos y jugar en el agua, pero su gran fuerza y contextura no tienen por qué asustar: basta una orden del amo que el labrador la obedecerá.
9. Golden Retriever
De constitución similar al labrador, también se caracteriza por su fidelidad, cariño y paciencia con adultos y pequeños. Necesita ‘quemar’ energías con frecuencia, por lo que hay que brindarle largos paseos y varias veces al día, porque son propensos a padecer de sobrepeso. Son ejemplares tranquilos si reciben una buena educación desde cachorros, pero que también pueden ser buenos guardianes de la propiedad.
10. Pastor Alemán
Otra raza de canes inteligentes (también usado por policías y fuezas de salvamentos) y despiertos, pueden ser excelentes guardianes y cuidadores de una finca, pero con los dueños mantienen un cariño y fidelidad muy sólida.
Como tal, protege a los niños de los peligros y de cualquier amenaza que perciban en el entorno. También les gusta realizar ejercicios físicos, pero se adaptan sin problemas a caminatas relajadas y a un ritmo pausado.