El Caribe /
Cecilia tiene 60 años, ha sido una mujer muy activa, que dedica su tiempo libre a las manualidades y a los paseos familiares. Sin embargo, hace poco más de un año su visión empezó a deteriorarse significativamente, alejándola de las actividades que más disfrutaba.
El primer síntoma fue una sombra en el campo visual de su ojo derecho; en un periodo muy corto empezó a necesitar la ayuda de su esposo para desplazarse de un lugar a otro y poco a poco perdió su independencia debido a que no se sentía segura de sí misma.
Cecilia fue diagnosticada con edema macular diabético (EDM). Como su nombre lo sugiere, esta enfermedad surge como una complicación de la diabetes; es la inflamación de la retina debido a la pérdida de líquido de los vasos sanguíneos en la mácula.
Aproximadamente, uno de cada diez pacientes con diabetes desarrolla edema macular diabético . La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014, una cifra que se duplicará en los próximos 20 años, por lo que es previsible que la prevalencia de edema macular diabético aumente.
El edema macular diabético generalmente ocurre en personas mayores de 40 años y raramente ocurre antes de la pubertad. Según datos de la OMS, el EDM es la tercera causa de la pérdida de la visión, precedido por las cataratas y el glaucoma. Otros factores que pueden influir son el fumado, la herencia genética, la hipertensión, la obesidad y los rayos ultravioleta. En algunos pacientes esta enfermedad avanza lentamente; en otros sucede lo contrario y genera la pérdida de la visión en uno o en ambos ojos.
Uno de los primeros síntomas es la mala visión nocturna (adaptación a la oscuridad) y la escasa recuperación tras percibir luces brillantes. El paciente puede notar flotadores, pequeñas burbujas en la línea de la visión que «nadan» conforme el globo ocular se mueve. Cuando la mácula se ve afectada, la visión comienza a nublarse.
La pérdida de la visión central puede interferir con actividades diarias como la habilidad para reconocer caras, conducir, leer, ver televisión, cocinar o hacer cualquier tarea que involucre detalles finos. Asimismo, esta condición afecta a la familia dado que los pacientes pierden su independencia.
«El compromiso de Novartis con los pacientes le impulsa a investigar y desarrollar tratamientos innovadores, así como a facilitar el acceso a ellos. Precisamente a través de la puesta a disposición de este medicamento a un precio ajustado a las capacidades económicas del país, Novartis busca realizar un aporte significativo a la salud oftalmológica de República Dominicana y, con ello, mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes», señaló la directora de Asuntos Corporativos de Novartis para Centroamérica y el Caribe, Irene Arguedas.