El Observador /
Básicamente el flexitariano consume todo lo que un vegano (frutas, verduras, cereales integrales, sustitutos vegetales de las carnes como tofu o seitán), pero además puede agregar de forma gradual huevos, lácteos y carnes. Si bien su ingesta de carnes es controlada, no se abstiene completamente como el vegetariano. De modo que logran un equilibrio entre las necesidades del organismo para llevar una buena salud cardiovascular y los demás beneficios que aporta el consumo de grasas insaturadas, fibra, antioxidantes, carbohidratos complejos, vitamina B12, hierro y calcio. Incluso, en muchas ocasiones, resulta más sencillo mantener un control del peso corporal.
Si bien no existe un perfil perfectamente definido de qué y cuánto alimento consume un flexitariano, generalmente coinciden en la ingesta de carnes una o dos veces por semana, en ocasiones en las que se vuelve difícil seguir una dieta vegetariana estricta, como son las vacaciones o salidas sociales. Básicamente, cada uno administra su alimentación , en función de sus necesidades, pero siempre priorizando el consumo de vegetales por sobre el de productos de origen animal.
Dawn Jackson Blatner, autora del libro «La dieta flexitariana», dice haber comprobado los beneficios de este tipo de alimentación para la salud cardiovascular y el control del peso, y describe 5 grupos principales de alimentos que la componen:
1. Frutas y verduras: como fuente de sustancias antioxidantes, vitaminas y fibra, que potencian el sistema inmune. Asimismo, un estudio publicado en el año 1991 en la American Journal of Clinic Nutrition muestra como individuos que consumen más frutas y verduras a diario consumen aproximadamente un 40% menos de calorías , con lo cual contribuyen a la reducción y mantenimiento de un peso saludable.
2. Granos enteros: como el salvado, el germen, el arroz, las pastas integrales, el centeno y el mijo. Contienen fibra, magnesio, vitamina E y fitoesteroles, con efectos comprobados en la prevención de cardiopatías, diabetes, obesidad y cáncer de colon.
3. Tomates, champiñones y setas: pues contienen de forma natural el compuesto glutamato monosódico, responsable del quinto sabor umami, y que también se encuentra naturalmente en carnes rojas y pescado. Consumir este tipo de vegetales recordaría y suplantaría el típico sabor de las mismas.
4. Lácteos fermentados: como fuente conjunta de calcio y vitamina D, que además aportan proteínas, vitamina A, vitamina B12, fósforo y, en el caso del yogur, también bacterias saludables para el intestino. Los lácteos deben ser descremados preferentemente.
5. Especias y endulzantes: el flexitariano utiliza sustitutos del azúcar refinado como el jarabe de agave, el jarabe de arce y especias dulces naturales como la canela, la vainilla y el clavo.
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