El Observador /
Aceite de canola es el nombre comercial del aceite de colza, que fue modificado por científicos canadienses con el objetivo de hacerlo comestible, al eliminar ciertas sustancias nocivas para el consumo humano.
El aceite de colza era ampliamente utilizado con fines industriales, pues su producción era económica, pero contenía sustancias que lo convertían en tóxico y amargo para el consumo. Así es que los expertos crearon un tipo de semilla de colza modificada genéticamente con el fin de reducir o eliminar estos componentes. Su nombre deriva simplemente de las palabras Canadian Oil , que significa Aceite Canadiense.
Todos los aceites contienen distinta composición de ácidos grasos, dentro de los que se encuentran los saturados, los monoinsaturados y los poliinsaturados. A esta composición se la conoce como «perfil lipídico». El aceite de canola, en comparación con otros tipos comunes de aceites vegetales, tiene una muy buena combinación de ácidos grasos, al presentar un buen porcentaje de ácidos esenciales y un bajo porcentaje de saturados, lo cual contribuye a reducir los niveles de colesterol «malo» en sangre y aumentar el «bueno». De este modo, el perfil lipídico del aceite de canola resulta beneficioso en la prevención y el tratamiento de enfermedades coronarias.
Cuando se habla de ácidos grasos esenciales, se hace referencia a lípidos que el organismo no es capaz de producir por sí mismo y, por ende, necesita incorporar por medio de la alimentación . Son los ácidos grasos de la serie omega 3 y omega 6, ácido linolénico y ácido linoleico respectivamente, que cumplen roles importantísimos en el crecimiento, el desarrollo, la reproducción, la visión y la piel, y contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares e incluso inmunes como la artritis reumatoide.
Otro aspecto no menos importante de este aceite es su relación entre los ácidos omega 3 y omega 6 (w6/w3 ? 2:1), ya que debe existir un equilibrio adecuado entre ambos. La dieta occidental se caracteriza por un elevado consumo de omega 6 que, entonces, inhibe las propiedades del omega 3, razón por la cual se alienta a consumir alimentos ricos en este último, como el aceite de canola entre otros. Este aceite presenta una cantidad de ácidos grasos omega 3 que supera 10 veces la de otros aceites como el de oliva o girasol. Además, tiene un porcentaje reducido de saturados, llegando a ser de un 50% menos que en otros aceites.
Dentro de los beneficios del aceite de canola también está su contenido de vitamina E antioxidante en un 20%, y su elevado «punto de humo» (de 210ºC), lo cual lo convierte en un aceite apto para frituras, además de ser muy aconsejable para condimentar, hornear y elaborar los alimentos cotidianos.
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