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¿Fumar porros es más sano que fumar cigarrillos? ¿La adicción es un vicio? ¿Es adicto el que quiere? La campaña ¿Y tú te lo crees?, promovida por la Fundación Patología Dual resuelve las diez dudas y mitos más extendidos sobre las adicciones y trastornos mentales.
Según Néstor Szerman, presidente de la Fundación, creencias y prejuicios como pensar que ser adicto es una elección, perjudican y excluyen socialmente a pacientes que necesitan ayuda.
Szerman, jefe de Servicio de Salud Mental Retiro del Hospital Universitario Gregorio Marañón aclara que, aunque todos somos responsables de consumir sustancias, volverse adictos a ellas y, en consecuencia, desarrollar un trastorno mental, es fruto de una predisposición genética.
Los datos revelan que siete de cada diez adictos tiene otro trastorno mental, lo que se conoce como patología dual, y una de cada cuatro personas desarrollará un trastorno mental, la mitad de ellas a causa de sustancias adictivas. Nel Golzález, presidente de la Confederación Salud Mental de España expone la importancia de realizar un abordaje conjunto de las adicciones y los trastornos mentales, ya que el disociar ambos problemas o no identificar el trastorno provoca que muchos de los pacientes adictos acaben abandonando el tratamiento.
El trastorno mental más frecuente en estos pacientes es el de personalidad (42,9 por ciento), seguido de los trastornos psicóticos (16,4 por ciento) y de los trastornos de ansiedad (12,1 por ciento) y afectivos (10 por ciento).
Mitos y verdades sobre las adicciones
Personalidades del mundo de la cultura y el periodismo como el presentador Pablo Motos, los humoristas José Mota y Álvaro Velasco y la modelo Marisa Jara, entre otros, han lanzado una campaña online de concienciación que muestran los principales prejuicios, preguntando a la sociedad «#y tú te lo crees?».
Diez vídeos protagonizados por familiares y pacientes, que cuentan su historia personal, y por expertos de la Fundación Patología Dual aclaran los diez siguientes mitos:
1. Es más sano fumar porros que tabaco: Mito
No, fumar porros no es más sano que fumar tabaco, es un tópico que no se apoya en las evidencias científicas. En el cerebro existe un sistema endocannabinoide endógeno que procesa las sustancias cannabinoides que se consumen. En algunas personas este sistema está alterado, siendo más vulnerables a que el simple consumo acabe derivando en una adicción. Además de la adicción, el cannabis puede desencadenar, en algunos sujetos, una psicosis o una manía. Ni fumar porros ni fumar tabaco es sano.
2. La timidez se vence con el alcohol: Verdad
Es un hecho científico comprobado que el alcohol produce tranquilidad, euforia y mejora las relaciones interpersonales, ya que potencia el sistema opioide endógeno del cerebro. Este sistema cerebral no es igual en todas las personas, y un menor nivel de endorfinas conlleva menores habilidades sociales, como timidez y evitación de relaciones. En estos casos, la persona comprueba que el consumo de alcohol le produce mejoría, lo que acentúa las posibilidades de desarrollar una adicción.
3. La adicción es un vicio: Mito
Las adicciones no son un vicio. Una persona dependiente de las drogas tiene una enfermedad real, con base en el cerebro pero con una expresión a nivel de conducta. Su consumo no se debe ni al vicio ni al placer, ni a la falta de voluntad. La adición acaba produciéndose en el 10 por ciento de estas personas que consumen sustancias legales o ilegales, ya que tienen una vulnerabilidad cerebral que se manifiesta en determinados síntomas como ansiedad, depresión, hiperactividad, etc.
4. Dejar de fumar genera ansiedad: Verdad
El tabaco vehiculiza la nicotina, que actúa en el cerebro sobre los receptores de nicotina, produciendo distintos efectos. En algunas personas mejora la cognición, la hostilidad, la rabia, etc. En estos casos, existe una vulnerabilidad que lleva al consumo continuado de tabaco, derivando en una adicción, por lo que necesitarán un tratamiento que permita superar los síntomas sufridos antes de tener la adicción, así como los de la propia adicción al tabaco.
5. Es adicto el que quiere: Mito
Las personas vulnerables a desarrollar una adicción suelen presentar dificultades intra y/o interpersonales, y una conformación cerebral susceptible a ello. Dentro de este grupo de riesgo, hay que destacar a los adolescentes, cuyo desarrollo cerebral y emocional no es aún maduro, por lo que los efectos de las sustancias que consuman tendrán serias implicaciones en su desarrollo futuro. El adicto no elige serlo, no tiene libertad de elección.
6. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no existe: Mito
El TDAH sí que existe. Se trata de una afección clínica que afecta a una parte de la población independientemente de la edad, desde niños (edad en la que comienza a manifestarse), hasta adultos. Se define como una alteración neurobiológica del cerebro que cuando no es detectada, puede llevar al desarrollo de depresión, adicciones a sustancias como cannabis, cocaína etc. y también a adicciones como juego patológico. En el caso de los menores conlleva, en muchas ocasiones, dificultades como falta de autoestima, fracaso escolar, conductas impulsivas y de alto riesgo, accidentes por distracción, etc. Si se aborda correctamente, estos riesgos disminuyen de forma muy clara.
7. El que tiene una adicción es peligroso: Mito
El que tienen una adicción no es necesariamente peligroso. Los rasgos de personalidad antisocial, psicopáticos o algunos síntomas agudos de trastornos mentales son los condicionantes que pueden poner en marcha, conductas agresivas. Es cierto que algunas veces, bajo los efectos de las sustancias, se distorsiona la realidad, lo que puede desencadenar conductas peligrosas. Aun así, el peligro de las adicciones está sobre todo en las personas que las sufren y no para los demás.
8. Si estás mucho con el móvil eres un adicto: Mito
No está demostrado que el móvil produzca una adicción. Es cierto que personas que presenten ciertos rasgos patológicos de personalidad que dificultan su funcionamiento emocional y sus relaciones sociales, sí pueden desarrollar una conducta que se parezca a una adicción, dependencia y pérdida de libertad debida al uso de este dispositivo. Un tratamiento adecuado para estos pacientes consigue que vivan sin esta dependencia al teléfono móvil.
9. La adicción al juego no es una enfermedad mental: Mito
La adicción al juego es una enfermedad mental. Así lo ha reconocido la Comunidad científica, definiéndola como una adicción. Esta alteración cerebral que cursa en general con impulsividad puede ser incluso adquirida en personas que antes no eran jugadores. Y dependiendo de su gravedad, las consecuencias para los enfermos son devastadoras y muy complicadas de abordar sin ayuda profesional.
10. Las personas con enfermedad mental son todas adictas al tabaco: Verdad
Las personas que sufren enfermedades mentales y/o alteraciones cerebrales (como ansiedad, depresión, rabia, hostilidad) son más propensas a fumar tabaco en mayor cantidad, con más frecuencia e inhalar más profundamente. El sistema nervioso central tiene un sistema nicotínico endógeno que en estas personas está alterado y, por eso, se incrementan las posibilidades de fumar de forma adictiva. En estos casos, la fuerza de voluntad para dejar de fumar no es suficiente, necesitan ayuda profesional tanto para su trastorno mental como para su adicción al tabaco.
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Por Confirmado: MariGonz