El Observador /
Un virus común en la infancia podría desencadenar una alergia al gluten y conducir a la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune que afecta a una de cada 133 personas en Estados Unidos, dijeron investigadores.
La enfermedad celíaca se produce cuando el cuerpo tiene una respuesta inmune inadecuada -tal como una alergia- al gluten, una proteína que se halla en el trigo, el centeno y la cebada. La enfermedad, también conocida como celiaquía, daña el revestimiento del intestino delgado y no tiene cura. Únicamente puede ser tratada eliminando el gluten de la dieta.
Pero si el estudio, publicado el jueves en la revista Science y que se apoyó en ensayos con ratones, se confirma en investigaciones más amplias en personas, una vacuna podría en el futuro prevenir la enfermedad celíaca, dijeron los investigadores.
«El estudio demuestra claramente que un virus que aún es clínicamente asintomático puede hacer cosas dañinas al sistema inmunológico y preparar el escenario para un trastorno autoinmune, y para la enfermedad celíaca en particular», dijo Bana Jabri, su principal autora y directora de investigación en el Centro de Enfermedad Celíaca de la Universidad de Chicago.
El estudio identificó que virus intestinales conocidos como reovirus pueden hacer que el sistema inmunológico reaccione exageradamente al gluten, una proteína que ya es difícil de digerir.
Inoculado en ratones, «un reovirus humano común desencadenó una respuesta inmune inflamatoria y la pérdida de la tolerancia oral al gluten, mientras que otra cepa estrechamente relacionada pero genéticamente diferente no lo hizo», dijo el estudio.
El virus desata una avalancha de anticuerpos que pueden dejar una «marca permanente en el sistema inmunológico que prepara el terreno para una respuesta autoinmune posterior al gluten».
La mayoría de los niños comen sus primeros cereales que contienen gluten alrededor de los seis meses de edad, un momento en que sus sistemas inmunológicos son más vulnerables a los virus. «Durante el primer año de vida, el sistema inmunológico está en plena maduración, y para un niño con determinados antecedentes genéticos, adquirir un virus en particular en ese momento puede dejar una especie de cicatriz que tiene consecuencias a largo plazo», dijo Jabri.
«Por ello creemos que una vez que tengamos más estudios, podremos considerar si los niños con alto riesgo de desarrollar enfermedad celíaca deberían ser vacunados».
En el estudio participaron investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh; la Universidad de Nápoles, Italia; la Erasmus University Medical Center en Rotterdam, Holanda; el Hospital General de Massachusetts; la Escuela Médica de Harvard; el Instituto Broad del MIT; la Universidad de Montreal; y la Universidad de Stanford.