Confirmado / El Dr. Juan Carlos Méndez, médico especialista en medicina antienvejecimiento del Centro Médico Antienvejecimiento, nos comenta todo acerca de las terapias regenerativas .
Son terapias que buscan regenerar los tejidos que van entrando en este proceso degenerativo producto del envejecimiento normal.
¿Cuáles son las terapias regenerativas más importantes?
Tratamiento ortomolecular
Cuandol cuerpo no encuentra los minerales ni los oligoelementos necesarios para él, los sistemas enzimáticos se hacen más lentos para metabolizar las moléculas dejándolas de sintetizar o acumulando tóxicos. Esto se agrava con los malos hábitos de vida y con la alimentación refinada de hoy en día, que no aporta los nutrientes necesarios para la reposición de los elementos que hacen falta.
La terapia ortomolecular proporciona los metales livianos que el organismo necesita para mejorar la función de las células y el metabolismo.
Por ejemplo, si la persona tiene el aparato músculo esquelético envejecido, entonces necesita silicio, selenio o zinc; mientras que si es el cardiovascular, se le brinda magnesio y selenio.
El suministro dependerá del resultado de los exámenes realizados y del análisis del médico experto.
Tratamiento celular
Si la función de las células se ha perdido, no por la falta de minerales, sino de moléculas más grandes, es necesario realizar la terapia celular.
En estos casos, no se aplica el mineral, sino la estructura prefabricada; de esta manera, el cuerpo la integra en su estructura celular de manera natural. Existen terapias para cada órgano desde el riñón y corazón hasta el cerebro.
Para aplicar esta terapia, es necesario determinar la edad de las células, haciendo pruebas biofísicas como el porcentaje de grasa, el índice de masa corporal, el balance estático, la acomodación visual, los reflejos, el pliegue de la piel y la tensión arterial.
Terapias autólogas
El plasma rico en plaquetas y las células madre son los protagonistas en este aspecto. Con el primer tratamiento, se extraen las plaquetas del propio paciente y se aplican en los tejidos envejecidos; así se obtienen los factores de crecimiento necesarios para estimular las funciones reparadoras.
Por su parte, las células madre, tan conocidas y difundidas en la actualidad, se encuentran en la médula ósea, piel, grasa o sangre; y pueden extraerse de sitios accesibles como por ejemplo del esternón.
Luego de una preparación, activación y pre diferenciación, se combinan con las terapias celulares anteriores, en sitios específicos, con la finalidad de recuperar el tejido que ha perdido población celular, así, se les da la orientación a las nuevas células para que comiencen sus funciones en pro de la recuperación del organismo. Todo esto puede solucionar la producción de nuevas neuronas para prevenir y combatir el Alzheimer, fomentar la producción de insulina, lo que a la larga logra la recuperación de los pacientes diabéticos e igualmente, ayudar a órganos como el corazón, luego de un infarto.
Cada persona tiene necesidades específicas y su tratamiento es personalizado. Por ello, es necesario acudir a un especialista antienvejecimiento.
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