Confirmado / Muy pocas personas conocen la importancia de los riñones y lo que significan para nuestro organismo. Es necesario aprender a protegerlos, ya que estos órganos son los encargados de filtrar la sangre y eliminar los desechos que genera nuestro cuerpo. No cuidarlos adecuadamente puede tener consecuencias como la enfermedad renal crónica.
«En España algo más de cuatro millones de personas padecen enfermedad renal crónica (ERC), con un impacto mucho mayor en los hombres que en las mujeres. Además, la prevalencia de ERC ha crecido en nuestro país un 20 por ciento en la última década y cada año unas 6.000 personas con insuficiencia renal avanzan en el deterioro causado por su enfermedad hasta necesitar hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal», según señala María Dolores del pino, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
El aumento de la incidencia de la ERC se relaciona especialmente con el envejecimiento de la población, pero también con hábitos de vida poco saludables y factores de riesgo como la obesidad. Del Pino ha comentado «que las personas con obesidad tienen un 83 por ciento más de riesgo de padecer enfermedad renal crónica comparados con aquellas que tienen un peso saludable».
Recomendaciones para el día a día
Para intentar evitar cualquier enfermedad renal es necesario llevar una dieta sana y hacer ejercicio diario, así como controlar la hipertensión y la diabetes en aquellas personas que tengan estas patologías. Con ello estaríamos dando un paso importante para mejorar la salud de los riñones y nuestra calidad de vida, afirma Del Pino.
Del Pino explica que el sedentarismo y la alimentación poco sana perjudican a los riñones, por ello es importante dedicar una hora de actividad física diaria, así como seguir una serie de hábitos alimenticios favorables.
Entre las pautas que se dan para mejorar la calidad de vida de los riñones, la presidenta recomienda:
*Beber agua en cantidad suficiente (de 4 a 6 vasos diarios).
*Moderar el consumo de bebidas alcohólicas y gaseosas.
*Ingerir a diario varias raciones de fruta y verdura.
*No abusar de la sal en la dieta.
*Evitar en lo posible los alimentos procesados.
*Consumir aceite de oliva.
*Tomar proteínas alternando pescado, huevos y legumbres.
*Tener precaución con el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal, como los antiinflamatorios.
*Evitar el tabaco.
*No tomar suplementos dietéticos y plantas medicinales diuréticas sin ser indicados por un profesional.
Por otro lado, Del Pino insiste en que la obesidad puede causar esta enfermedad de varias formas. Por un lado, puede contribuir indirectamente, induciendo o empeorando la diabetes y la hipertensión. Por otro lado, también podría causar daño renal directamente, poniendo una carga indebidamente alta sobre los riñones y también causando cambios metabólicos dañinos como inflamación y oxidación. Asimismo, la obesidad ha sido también reconocida como factor de riesgo para padecer cálculos renales, así como para varios tipos de cáncer como el renal.
«El principal problema de la ERC es que en la mayoría de los casos no presenta síntomas hasta sus fases más avanzadas, y por lo tanto, hace muy complicada su detección y diagnóstico. Por ello es muy importante hacer controles analíticos periódicos para detectar a tiempo esta enfermedad, especialmente en personas de riesgo, como los obesos, hipertensos o diabéticos», concluye.
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Por Confirmado: María González