Cinco Dias / Vaya por delante que no existe la dieta perfecta. Pero, sin embargo, sí existe una forma saludable de comer, y que consiste en combinar colores, en función de la clasificación de los alimentos. Este principio se sigue también en la cocina coreana, cuyos platos deben incluir siempre cinco tonalidades, los de la salud.
Un menú, según detalla la doctora Montse Folch, miembro del Centro Médico Teknon de Barcelona , en su último libro La dieta de los colores ( Grijalbo , 17,90 euros), debe incluir cuatro tonos principales. El rojo para las proteínas, vegetales y animales, esto es, para las alubias, arenques, buey, cerdo, conejo, garbanzos, habas, leche desnatada, lentejas, merluza, pollo o yogur. El verde queda reservado para vegetales, como la alcachofa, el apio, el calabacín, el pimiento o los tomates. El amarillo para el azúcar y los hidratos de carbono, entre los que se incluyen, el arroz hervido, la berenjena, la ciruela, la judía verde, la mandarina, la patata, la pera, la piña o la zanahoria.