El Informador / GUADALAJARA, JALISCO (15/ENE/2017) .- La especialista adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 91 del IMSS en Jalisco, Panee Torres Rebollar, recomendó a la ciudadanía tener nuevos hábitos para mejorar la hidratación .
Indicó que aunque está muy extendida entre la población la importancia de beber entre 1.5 y dos litros de agua al día, para mantener un buen estado de salud también hay que considerar que la ingesta del vital líquido debe distribuirse de manera equitativa durante 24 horas para obtener los mejores beneficios.
La experta del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comentó que no sólo durante la primavera o el verano el cuerpo humano pierde agua, sino también en el otoño y en el invierno, pese a que la actividad física disminuya.
Preciso que no siempre será mejor beber pequeños vasos de agua durante el día, que beber uno o dos litros de una sola vez, en la mañana, la tarde o la noche.
«El frío también nos deshidrata, así que en términos generales debemos ingerir de entre seis a ocho vasitos diarios de agua, cada uno de 250 mililitros», subrayó. Manifestó que algo muy fácil de llevar a cabo es tomar un vaso de agua cuando nos levantamos, dos después del desayuno, uno en la comida, dos entre comidas y uno en la cena, con esta rutina «casi terminaríamos el día ingiriendo los dos litros recomendados».
Anotó que mantener el consumo de agua de manera constante contribuye al buen funcionamiento del metabolismo en general, por lo que se liberan toxinas acumuladas, mejora la digestión y ayuda a mantener un peso corporal idóneo.
Añadió que esto funciona mejor cuando se le suma una dieta balanceada, rica en fibra (obtenida de frutas y verduras de hoja verde) y ejercicio del al menos 30 minutos continuos cada día. Destacó que sustituir refrescos, jugos y otras bebidas comerciales por agua simple mejora la elasticidad de la piel y también de los ligamentos y las articulaciones en personas de todas las edades.
«Además, reduce el estreñimiento crónico, así como las posibilidades de desarrollar enfermedades renales y el sobrepeso y la obesidad, causantes de la diabetes mellitus y la hipertensión arterial», puntualizó.