Confirmado / Estar bien hidratados no solo beneficia a la hora del ejercicio amatorio, sino que el líquido mejora la forma en que se perciben las sensaciones eróticas, pues la correcta secreción de hormonas como la testosterona también depende del suficiente oxígeno y agua que haya en el cuerpo, dicen los médicos. La carencia afecta directamente al funcionamiento de las neuronas, provoca resequedad en la boca y falta de humedad en las zonas erógenas, dificultando el contacto entre ellas.
Si un día de temperaturas intensas surge el encuentro y uno se siente medio débil, la peor idea de todas será tomar líquidos congelados o muy fríos porque el cuerpo deberá trabajar el doble para recuperar la temperatura interna que le permite funcionar correctamente, es decir, los 37 grados. Si bebemos una gran cantidad de agua muy fría o de cualquier otro líquido, enseguida sentiremos más calor. La cerveza helada y el vino tinto, tan bueno para las arterias, en tiempos tórridos no son recomendables ya que al ser una sustancia excitante que dilatan los vasos sanguíneos de la piel, puede generar un golpe de calor.
Peor es ducharse o sumergirse en la bañera con agua helada. El choque de la temperatura corporal con la del agua produce una sensación instantánea de frío que reactiva el organismo y hará que enseguida vuelva la sensación del calor, amén de que puede provocar un sincope cardiaco. Lo ideal es tomar un baño con agua a temperatura ambiente, empezado por mojar los pies.
Los especialistas sugieren tomar por día entre 1,5 y 2 litros de agua, lo que equivale a 8 vasos, sin contar con el agua que ingerimos a través de las frutas y otros alimentos. El cuerpo aloja más del 60% de agua y basta con perder el 1,5% para que afecte el estado de ánimo y baje la energía.
Equipo Eme Costa Rica
Fuente: La Nación / Argentina / GDA. Foto: Archivo de Eme de Mujer