Confirmado / Es muy común que las mujeres embarazadas informen que los olores son más fuertes para ellas, que son más sensibles con el sentido del olfato, que son algo menos tolerantes con los olores ambientales y que los olores tienden a ser más desagradables. Los estudios de laboratorio han demostrado que es superior el promedio de mujeres embarazadas que sienten más fuerte aquellos olores encima del umbral, aquellos que son débiles a moderadamente fuertes como más intensos, que las mujeres no embarazadas. Hay poca evidencia sin embargo que las mujeres embarazadas tengan olfatos más sensibles en el sentido absoluto de la detección. Es decir, no son capaces de detectar la presencia de olores en concentraciones más bajas.
Por lo tanto, parece que el amplio informe de que el sentido del olfato aumenta durante el embarazo no se debe a una mayor sensibilidad al olor, pero en realidad, los olores por encima del umbral aparecen más fuertes y al hacerlos parecen más asqueroso. Pero ¿Por qué sucede esto?
Esto sucede particularmente en el primer trimestre del embarazo y se piensa que hay una ventaja evolutiva aquí en que es necesario que la madre tenga mucho cuidado con lo que ingiere, no ingerir toxinas y otros venenos, tanto para su propia salud como la de su feto.
Se han encontrado que las hormonas femeninas pueden aumentar en gran medida la sensibilidad a los olores en las mujeres que están atendiendo a embarazos en comparación con las mujeres que son demasiado jóvenes para dicho ciclo o en comparación también con aquellas mujeres post menopáusicas. Por lo tanto, parece que las hormonas femeninas pueden influir en la función del sistema olfativo.
Los Por qué