Para mejorar las habilidades mentales no siempre es necesario realizar ejercicios mentales, en realidad cuerpo y mente están relacionados y es necesario tener una buena salud física para que la salud mental llegue. Una idea errónea es pensar que tu cerebro necesita trabajar sin hacer caso al cuerpo.
Piensa que la forma en la que entrenas a tu cerebro puede darte la ventaja sobre otros, y para esto tienes que tener algunas cosas claras, como la consciencia de ti mismo, trabajar tus niveles de razonamiento, la lógica, la memoria y algunas que otras habilidades. Se trata de cuidar detalles.
El ejercicio es fundamental para una salud del cerebro y habilidad. Cuando haces ejercicio, por ejemplo, tu cuerpo libera endorfinas, hormonas que mejoran de forma considerable tu flujo sanguíneo y tus niveles de energía.
Esta liberación de endorfinas aportan a tu cerebro un impulso fundamental, sobre todo después de los 30 a 60 minutos que van después de haber terminado la rutina de ejercicios, se nota de forma mental claramente.
Y ojo, no necesitas muchas horas de gimnasio ni hacer muchos ejercicios difíciles, basta con una mínima intención y ejercitación. Caminar 30 minutos al día 4 veces por semana, a un buen ritmo, puede ser una forma de empezar con estas rutinas de ejercicios.
El apio es una fuente rica de luteolina, compuesto vegetal que puede calmar la inflamación en el cerebro, que es la causa principal de la neurodegeneración. La luteolina se ha relacionado con una tasa menor de pérdida de la memoria relacionada con la edad en los ratones.
El apio es uno de los alimentos más recomendables para tu cerebro por la luteolina. Es importante que incluyas el apio en tu dieta, ya que está demostrado que al comer apio ayudas a prevenir las citoquinas inflamatorias en el cerebro.
Así que comiendo apio resulta que algunos de los problemas mentales relacionados con el envejecimiento, como la falta de memoria, aparezcan de forma más tardía o de una forma más suave.
Un aspecto importante cuando se trata de tu salud, en especial si hablamos de la del cerebro es el recordar mantener tu cuerpo bien hidratado. Mantener la hidratación ayuda a que tu cerebro funcione mucho mejor.
Siempre tienes que tener en mente que debes consumir, por lo menos, 2 litros de agua al día. Agua en sí misma, no refrescos. Si no es lo tuyo beber solo agua puedes buscar remedios, como hacer té o agua con pepino en rodajas.
También puedes optar por agua con unas ramitas de canela, hojas de menta o incluso añadirle un poco de zumo de limón para darle un poco de sabor y que el agua coja las propiedades de estos alimentos, todos beneficiosos.
El chocolate negro tienen cafeína y teobromina sustancias que aumentan tu capacidad cognitiva a corto plazo. Además, el chocolate negro está lleno de antioxidantes que te ayudan a proteger tus habilidades mentales del deterioro.
Cuando compres chocolate negro comprueba que sea lo más puro posible. El porcentaje de cacao mínimo que debe contener es del 70%. Puede ser que las primeras veces te parezca que este chocolate te parezca un poco fuerte, pero te acostumbrarás y acabará gustándote.
Es también importante que lo que consumas sea un trozo pequeño de chocolate negro al día, sin excesos, ya que aunque no tiene azúcar si así lo compras sí que puede tener calorías que no quieres en exceso en tu cuerpo.
No dejes que tu mente se acomode, acostúmbrate a tener desafíos, a que la mente trabaje, a que sea una mente acostumbrada a pensar. Los crucigramas, sudokus, rompecabezas y actividades similares son muy recomendables.
Estas actividades que requieren de habilidades mentales estimulan a tu cerebro para trabajar, lo ayudan a acceder a recuerdos y conocimientos almacenados anteriormente y a sacarlos a la luz para que tu cerebro se esfuerce.
Piensa que, el cerebro es como un músculo, si dejas de ejercitarlo se puede atrofiar, así que ponte retos, trabaja, juega, piensa, plantéale retos y no dejes de hacerlo. Los crucigramas son de lo más útil y además con ellos aprendes cosas.
Cuando se habla de descansar lo suficiente no esto no hace referencia a que duermas muchas horas al día, dormir demasiado, de hecho, podría ser algo contraproducente. Descansar quiere decir que hay que tener un sueño de calidad.
El sueño que tengas debe ser cuanto menos reparador, y que en él tu mente descanse. Hay varias formas de descansar para que tu mente esté ágil y funcione de forma óptima. Para empezar es importante que no duermas más de 8 o 9 horas.
Si puedes intenta echarte una siesta después de un esfuerzo mental grande, pero intenta que la siesta no dure más de 20 minutos. Toma infusiones templadas o caliente media hora antes de ir a dormir para que tu cuerpo se relaje.
Controlar los niveles de estrés es fundamental para tu salud, no solo para lo físico, la salud mental depende también mucho del nivel de estrés al que estés sometido. Un nivel crónico de estrés es de lo peor que puedes hacerle a tu cerebro.
Grandes niveles de estrés pueden crearte cierto agotamiento y hasta provocar daños en tu cerebro. Seguro que alguna vez habrás podido comprobar que cuando estás muy estresado, no puedes ni procesar correctamente la información o recordar las cosas básicas de tu día.
Practica para este control del estrés mindfulness, conciencia plena, vive el aquí y el ahora y añade a tus rutinas algo como Yoga, que crea equilibrio entre cuerpo y mente de una forma que elimina considerablente el estrés en tu vida.
Leer también es bueno para la salud. Leer es una de las formas de acabar con los altos niveles de estrés que afectan a tu rendimiento. Con tan solo 6 minutos de lectura puedes reducir el estrés en un 60%.
La lectura provoca que el latido del corazón sea más lento y alivia la tensión muscular. También puede alterar tu estado anímico y hacerlo mejor. Leer es una de las aficiones más útiles para mejorar tus habilidades mentales.
Cuando lees de una forma constante, expones a tu cerebro a nuevas ideas, puntos de vista, conocimientos y opiniones. Esto te lleva ponerte en conflicto contigo mismo y pensar, ejercitar el cerebro.
Huye de la rutina si quieres mantener tu cerebro a salvo. Si sientes que haces lo mismo una y otra vez, necesitas urgentemente unas vacaciones lejos de la rutina. No se trata de vacaciones, sino de que pienses en plantear nuevas actividades.
Puedes, por ejemplo cambiar la forma en la que haces tu trabajo o buscar un pasatiempo, algo que te motive, y hacerlo los fines de semana. Busca algo que te guste, que te motive, cambia.
Si la rutina se apodera de tu cerebro, tu nivel de atención disminuye y todo empieza a volverse confuso y con tendencia a ser aburrido. No es lo que quieres en tu vida y no es bueno para ti ni para tu cerebro.
Con información de: ocio.net