Hace unos días lanzábamos una encuesta en Twitter al hilo de un estudio sobre los riesgos de sufrir un ataque de corazón si se entrena enfadado.
Comencemos por ver lo que hacéis vosotros. A la pregunta de cómo entrenas cuando estás enfadado o disgustado, la mitad de las casi 300 personas que participasteis habéis reconocido que entrenáis «con más rabia». Mientras, que a un 25% no le afecta su estado de ánimo y entrena como de costumbre, a un 14% le hace entrenar a un ritmo menor y un 11% ese día no pisa el gimnasio.
Pues va a ser que la mitad de vosotros entrena asumiendo riesgos. A saber, según el estudio publicado por la American Heart Association el riesgo de sufrir un ataque al corazón se triplica si vas a entrenar enfadado.
Los expertos encontraron que las emociones extremas son detonadores y que pueden tener el mismo efecto sobre nuestro cuerpo que el esfuerzo físico, de hecho superan el riesgo de infarto por esfuerzo físico: hacer demasiado ejercicio sólo dobla el riesgo.
Así que eso de intentar sacarse la rabia y la furia de encima y de desahogarse a través de la práctica de un deporte, puede no ser tan sano ni recomendable como parece. Juntar el factor de alteración emocional severa con el factor de ejercicio vigoroso, resultaría en algunos casos una ‘tormenta perfecta’ para tu corazón.
El Dr. Andrew Smyth (Universidad de McMaster), autor del estudio comenta que tanto los detonantes emocionales como físicos tienen efectos similares en el cuerpo: «ambos pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, cambiando el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos y reducir el suministro de sangre al corazón.»
Evidentemente, son mucho más susceptibles a esto las personas con colesterol u dolencias cardíacas, concluye el doctor.
Dicho o cual, estate alerta, ya que los síntomas de un infarto inminente puedes comenzarlos a sentir incluso antes de llevar una hora con tu práctica deportiva. Recuerda que hacer ejercicio beneficia a tu corazón, pero excederse puede ser fatal… ¡Ah, y siempre mejor hacerlo de buen rollo!
Con información de: menshealth.es