El Observador / Mientras que el término data del año 1915, los superalimentos no se volvieron populares hasta los años 90, cuando los alimentos nutracéuticos entraron al mercado y la idea de alimento como medicina se hizo más fuerte.
Hoy por hoy, el superalimento implica una comida nutricionalmente densa que contiene antioxidantes. Pero dado que no existe una definición formal y unánime, generalmente se convierte en un término sobre utilizado como estrategia de marketing. De hecho, la Unión Europea ha prohibido su uso, siempre y cuando el fabricante no pueda probar sus beneficios a la salud .
Los bien llamados superalimentos:
· Avena: es un grano entero y nutritivo. Tiene fibra soluble y esto contribuye al descenso en los niveles de colesterol. Un reciente estudio incluso ha concluido que consumir más granos enteros reduciría el riesgo de muerte prematura.
· Sorgo: es de la familia de las gramíneas y es un grano muy prometedor, ya que es elevado en minerales y proteínas. La harina de sorgo, incluso tiene un sabor neutral, lo cual lo convierte en un buen sustituto del trigo.
· Tofu: se suele pensar que solo los veganos lo consumen, pero puede ser utilizado de muchas maneras diferentes. Dado que la soja (de donde sale el tofu) contiene estrógenos vegetales, se suele pensar que puede favorecer el desarrollo de cánceres hormono dependientes. Sin embargo, hay muchos estudios sobre soja actualmente, y recientes investigaciones han mostrado que puede incluso disminuir el riesgo de cáncer de mama en mujeres.
· Café: asumiendo que se consume solo y no con azúcar o crema, los estudios muestran que podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y daño hepático. Además, es una rica fuente de antioxidantes.
· Kale: además de estar cargado de vitaminas A, C y K, más una cantidad de minerales y fibra, el kale contiene otros nutrientes que protegen el sistema inmune, corazón y la salud ocular. Sus antioxidantes podrían contribuir a la prevención del daño celular y a la protección contra el cáncer.
Alimentos sobre-estimados:
· Aceite de coco: es alto en calorías y grasas saturadas. Algunos estudios han concluido que el aceite de coco podría contribuir a un mejoramiento del perfil lipídico (colesterol y triglicéridos) en la post-menopausia. Mientras que el concepto de las grasas saturadas está cambiando actualmente, lo mejor es evitar grandes cantidades y limitarse a una cucharada o menos.
· Agave: si bien es verdad que contiene antioxidantes, estos no son suficientes para brindar un verdadero beneficio a la salud.
· Bayas de Goji: a pesar de los beneficios que se le atribuyen como alimento que contribuye a la pérdida de peso, a la diabetes, hipertensión, entre otros beneficios, no hay suficiente evidencia que soporte estas afirmaciones. Sin embargo, son ricas en un tipo de vitamina con propiedades antioxidantes, la vitamina A.
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