La Nacion / Todo puede comenzar simplemente por no recordar una palabra, tener alguna dificultad para realizar una tarea cotidiana o perder la memoria de un hecho completo, no simplemente detalles del mismo. También pueden sumarse cambios en la personalidad, el estado de ánimo y el comportamiento.
Estas pueden ser la primeras manifestaciones de la aparición del Alzheimer, la causa más común de demencia que se caracteriza por un deterioro gradual de las capacidades cognitivas, conductuales y funcionales de la persona.
Así le sucedió hace cinco años a Blanca Rodríguez, una abuela de 77 años de la ciudad de La Plata. «Primero ocurrió con la pérdida de memoria sobre actividades completas, como un viaje a Europa que hicimos juntas, y luego continuó con el desconocimiento de algunos de los familiares lejanos», explicó Virginia, su hija.
«Es una enfermedad terrible y muy angustiante. Yo tengo que apelar a recuerdos centrales para que me ubique y no se desoriente. Lamentablemente, los médicos nos explicaron que no tiene cura, y que los avances en medicina apuntan a prevenir su aparición, aunque también nos comentaron la aparición de nuevas drogas que se están estudiando», añadió.
Hoy, como cada 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dar a conocer la enfermedad y generar conciencia sobre la misma. Además, en la Argentina coincide con Semana Nacional de los Trastornos de Memoria.
«El Alzheimer afecta al 10% de los adultos de más de 65 años y a la mitad de los mayores de 85» Compartilo En la actualidad, la enfermedad de Alzheimer afecta aproximadamente al 10% de los adultos de más de 65 años y a la mitad de los mayores de 85, por lo que es considerada una de las epidemias más importantes del siglo XXI.
«El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se produce por el depósito de proteínas anormales en el cerebro, las cuales primero dañan y luego producen la muerte de las neuronas», explicó a LA NACION la doctora Verónica Somale, médica neuróloga a cargo del área de Neurociencias Cognitivas del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba).
«Es un padecimiento que avanza sigilosamente, generando cambios microscópicos en el tejido de algunas partes del cerebro – principalmente en la zona medial del lóbulo temporal – y produce un déficit en la función de un neurotransmisor vital para el buen funcionamiento de la memoria que es la acetilcolina», agregó la especialista.
Si bien normalmente la edad es el mayor factor de riesgo, el Alzheimer también puede surgir antes y desencadenarse por factores hereditarios.
«La enfermedad se presenta generalmente después de los 65 años, que es la forma más frecuente, pero no quiere decir que no pueda suceder antes. La importancia que tiene esta enfermedad es que a medida que envejecemos la posibilidad de tenerla se incrementa significativamente: aumenta exponencialmente a medida que la persona se hace más grande», dice Somale.
«A medida de que envejecemos, la posibilidad de tener esta enfermedad se incrementa significativamente» Compartilo Su causa por factores hereditarios es mucho más infrecuente y sólo se da en el 1% de los pacientes que desarrollan la enfermedad, siendo los afectados, en general, personas de menos de 50 años y en la mayoría de los casos, con un familiar directo que tuvo la misma enfermedad.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación , se estima que en la Argentina, los casos de personas que padecerán demencias de tipo Alzheimer irán en aumento exponencial, puesto que la pirámide poblacional se encuentra envejecida. Los datos disponibles de estudios locales epidemiológicos muestran que un 26.4% de la población mayor de 60 años tiene deterioro cognitivo y un 8.3% demencia. De acuerdo con estos datos y los resultados del último censo (INDEC, 2010) se estiman aproximadamente 1.300.000 sujetos con deterioro cognitivo y 600.000 con demencia. Asimismo, el costo de la enfermedad en nuestro país ha sido calculado entre 3400 y 14000 dólares por paciente por año.
¿A qué estar atentos? Síntomas El principal síntoma de inicio de esta enfermedad es la perdida de la memoria inmediata, es decir, los olvidos de hechos vividos por el paciente pocas semanas, días u horas atrás. Lo característico es el olvido de un hecho completo y no solo de algunos detalles.
Es frecuente que el paciente haga las mismas preguntas repetidamente sin darse cuenta que ya las ha hecho. Y algo muy común es que suelen olvidar dónde guardan objetos personales o dinero.
«Es frecuente que el paciente haga las mismas preguntas repetidamente sin darse cuenta» Compartilo Otro síntoma común es la anomia, la dificultad para encontrar una palabra o un nombre de uso cotidiano, lo que genera que el paciente se muestre menos participativo en conversaciones familiares debido a este problema.
Un llamado de atención es la desorientación tanto en tiempo como en espacio, sobre todo en lugares conocidos, así como también lo son los cambios de humor. A su vez, es muy común la depresión o la falta de interés o motivación para hacer actividades que antes sí les interesaban.
En estadios más avanzados, las personas con Alzheimer suelen tener creencias erróneas (delirantes) como que les quieren robar o que están planeando perjudicarlas.
«Cualquiera de los síntomas antes mencionados comienzan a afectar de una u otra manera la funcionalidad de los pacientes para hacer las actividades que sabían hacer. Por citar un ejemplo, un ama de casa puede cometer errores al cocinar o con el manejo de electrodomésticos o un empresario olvidar claves bancarias o citas importantes que obstaculizan el buen desempeño laboral», explica la neuróloga.
Recordar por la música El inglés Teddy McDermott , de 79 años, vive una historia que emociona a todos. Él sufre Alzheimer, sin embargo, recupera la memoria cuando canta.
Su hijo, Simon McDermott, contó en la cuenta de Facebook The song a minute man en la que cuentan las novedades de su padre: «A menudo no reconoce a la familia y tiene episodios de agresividad», pero explicó que cuando suena la música que Teddy ha escuchado y cantado toda la vida «desaparece la agresividad, recupera la memoria y canta como toda la vida lo ha hecho».
El diagnóstico Foto: Archivo El correcto diagnóstico se basa en tres pilares. Primero, se debe realizar una neuroimagen (una tomografía axial computada o una resonancia nuclear de cerebro). Con este estudio se obtiene una idea de la estructura o anatomía del cerebro y permite descartar que no haya ninguna otra lesión que pudiera ser la causa de los problemas que presenta el paciente, entre ellas lesiones vasculares, tumores, hematomas, etc.
A su vez, las imágenes también permiten visualizar las áreas críticas de la memoria y observar su volumen. En la enfermedad de Alzheimer las áreas de la memoria disminuyen de tamaño.
Otro estudio fundamental es la evaluación neurocognitiva que permite objetivar los olvidos: no sólo se estudia la memoria, sino también el lenguaje, las habilidades visuoespaciales y las funciones atencionales u orientación, entre otros puntos. Se evalúa si los valores obtenidos están dentro o fuera de los valores esperados para la edad y el nivel educacional de la persona.
«Es muy importante tener un análisis de laboratorio para ver cómo está el metabolismo en general» Compartilo Por otro lado, es muy importante tener un análisis de laboratorio para ver cómo está el metabolismo en general: colesterol, glucemia, tiroides, vitaminas, etc.
«Frecuentemente el Alzheimer es un problema que se esconde, se ignora o no se detecta a tiempo, empeorando la situación de los pacientes y muchas veces también la salud de quienes los cuidan. Si bien esta enfermedad aún no tiene cura, porque no se ha encontrado el remedio que evite el depósito de las proteínas anormales, su diagnóstico a tiempo es sumamente importante ya que sí existen tratamientos farmacológicos que hacen que la enfermedad se desarrolle de forma más lenta», precisó Somale.
Tips para prevenir la Enfermedad de Alzheimer Para proteger al cerebro de esta patología o bien para retrasar su aparición se recomienda:
Cuidar el corazón: preservar los factores de riesgo vascular como así también el colesterol, la glucemia, la hipertensión y no fumar. Los controles periódicos son de suma importancia.
Hacer actividad física: caminata, yoga, pilates.
Realizar actividades que desafíen al cerebro y lo saquen de una zona de comfort: estudiar cosas nuevas, aprender idiomas, aprender jardinería, leer más, ir más al cine, etc.
Mantener una actividad social y recreativa activa: esto aleja de la depresión y siempre la vida social enriquece a las personas.
Tener una buena alimentación: verduras, frutas, carnes blancas, legumbres, es decir, todos los componentes de la dieta mediterránea.
Hace unas semanas se publicó una entrevista al conocido filósofo, George Steiner, de 88 años, en la que él cuenta que todas las mañanas traduce un fragmento de un libro al azar a los cuatro idiomas que sabe. El incentivo para hacerlo es su temor al Alzheimer y a la demencia.
Charlas informativas para la comunidad La Asociación Lucha contra el Mal del Alzheimer – ALMA- junto a la Fundación FLENI organizan la mesa redonda «Acciones científico sanitarias en la enfermedad de Alzheimer en la República Argentina». El encuentro se desarrollará el Miércoles 21 de Septiembre, de 17.30 a 20.00 hs. en el Salón Auditorio de la Fundación FLENI – Montañeses 2325, C.A.B.A. La actividad es libre y gratuita pero requiere inscripción previa.
El Hospital Británico organiza la Jornada «Prevenir y tratar la enfermedad de Alzheimer. Este es el momento». La actividad, que será gratuita y abierta a la comunidad, será el jueves 22 de septiembre de 11.30 a 15 horas en la Sede Central de la Institución (Perdriel 74, CABA), Salón Ravenscroft.
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