Estampas / «Cuando las venas de las piernas pierden su elasticidad, las válvulas no cierran bien y ello ocasiona que la sangre acabe acumulándose, originando várices y una dolorosa congestión, que se traduce en sentir pesadez e inflamación en las extremidades inferiores», explica Ana María Torrella, nutricionista y experta en alimentación consciente ([email protected]).
En la mayoría de los casos, estos padecimientos están asociados con una vida sedentaria o malos hábitos de alimentación, como dietas pobres en nutrientes, bajas en fibra y con escaso consumo de agua, sin descartar, por supuesto, el factor hereditario y genético, que también tiene un peso en la aparición de dichos problemas de salud.
Existen muchos alimentos que ayudan a mejorar la circulación y por tanto a disminuir sus desagradables síntomas. Entre ellos, la experta recomienda aquellos que no deben faltar en la dieta cotidiana, mejorando, de esta manera, su calidad de vida.
1. Opta por vegetales diuréticos . «Si tienes tendencia a la retención de líquidos, la recomendación es consumir cada día un mínimo de dos raciones de vegetales, y que una de ellas sea en crudo, para aprovechar mejor sus nutrientes», indica la especialista. La mayoría de ellos son depurativos y diuréticos por excelencia, en virtud de su alto contenido en vitamina A, B, C, hierro, magnesio, fósforo y, sobre todo, potasio, ideal para favorecer la eliminación de líquidos. Entre ellos destacan: apio España,acelga, lechuga, berro, escarola.
2. Cebolla y ajo, en todos tus platos . La primera tiene un efecto alcalinizante sobre el organismo, lo cual permite no solo eliminar toxinas más fácilmente y evitar la retención de líquidos, sino también favorecer la salud de muchos órganos, gracias a su alto contenido de quercetina, vitamina C y E, potasio, ácido fólico, y sobre todo, fibra. Por su parte, el ajo posee propiedades antitrombóticas que evitan la formación de coágulos en la sangre y ayudan a mejorar el flujo sanguíneo.
Esto se debe a su gran contenido de aliina (también presente en cebollas, ajo porros y cebollín), así como a sus componentes sulfurosos. La recomendación es consumirlo crudo, por ejemplo un diente en ensaladas.
3. Que no falten los frutos rojos . Las antocianidinas, flavonoides responsables del color de las frambuesas, fresas, grosellas, moras, entre otras frutas del bosque, tienen efectos anticancerígenos, potencian las defensas y previenen el envejecimiento del organismo. Pero, además, su consumo habitual mejora la circulación periférica, ya que protege y fortalece las paredes de los vasos capilares y venosos, lo que ayuda a prevenir las várices.
4. Infusiones, contra la pesadez. «Si el problema son las piernas recrecidas y con tendencia a la formación de várices y arañas vasculares apúntate a las infusiones de plantas como el diente de león, cola de caballo, moringa, manzanilla, que tonifican la pared de las venas, por lo que evitan su dilatación excesiva. La recomendación es tomar de dos a tres tazas al día», señala Torrella.
Antes de empezar a consumir cualquiera de las infusiones de estas plantas de manera cotidiana, lo ideal es consultar previamente a tu médico, especialmente si se están tomando medicamentos para tratar la mala circulación.
5. Melón y patilla, de merienda. La ingesta diaria de estas frutas constituye un espléndido regalo para unas piernas inflamadas por la retención de líquidos y con deficiente irrigación sanguínea.
Esto se debe a la gran cantidad de agua, potasio, carotenos y licopenos, estos últimos antioxidantes que ayudan a impulsar la circulación de la sangre hacia las extremidades inferiores.
6. Cereales integrales y granos, campeones en fibra. Cuando hay problemas de estreñimiento la presión en el abdomen es mayor, lo que repercute también en las venas de las piernas.
Para evitarlo, se recomienda el consumo de cereales integrales a diario (pan, arroz, avena, cebada, etc.) junto con los granos, estos últimos, al menos, dos veces por semana. Dichos alimentos tienen entre 11 y 25 por ciento de fibra, sustancia que, al permitir una mejora en el tránsito intestinal, evita que las paredes de las venas y el colon se vean debilitadas.
7. Pescados azules, potentes protectores . Diversos estudios resaltan los efectos positivos que ejercen estos pescados (atún, cazón, salmón, sardinas, etcétera) sobre la salud, demostrando que sus ácidos grasos omega 3 mejoran la circulación. «Estos lípidos comenta la nutricionista- no solo reducen el colesterol, sino que también tienen una acción antiinflamatoria, dilatan las venas, fluidifican la sangre y reducen el riesgo de que se formen trombos o coágulos».
8. Cúrcuma, especia terapéutica . Ampliamente utilizada en la cocina oriental, está especia poco a poco gana terreno en los países occidentales. Y no es para menos, ya que diversos estudios han confirmado los poderosos efectos positivos que tiene para la salud: por su alto contenido en fibra, ayuda a mejorar la circulación sanguínea y contribuye al descenso de los niveles de colesterol en sangre.
Además, al permitir una mejora en el tránsito intestinal, evita que las paredes de las venas se debiliten. Para incorporarla a la dieta diaria, basta añadir un poco de cúrcuma a los platos, en especial en guisos o caldos, pues aporta un ligero sabor dulzón y picante. Es excelente con arroces y con pescados y también funciona bien en platos de carne, aves o cerdo.
9. Agua, en abundancia . Si no bebes suficiente agua te sentirás más inflamada, ya que es básica para muchas funciones corporales. Además, no aporta ninguna caloría. Por ello, una buena hidratación ayuda a prevenir la retención de líquidos y a eliminar los desechos que entorpecen la circulación.
La cantidad recomendada es de, aproximadamente, ocho vasos al día. Como recomendación final la experta aconseja que además de incluir en la dieta diaria estos alimentos:»Se debe reducir el consumo de sal, café y picantes; así como realizar un poco de ejercicio diario, ya sea caminar durante 20 minutos, montar bicicleta, bailar, yoga o apuntarse en un gimnasio», para mejorar la circulación sanguínea y favorecer la eliminación de toxinas.
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