La Razon / Los ciclistas son, en promedio, 4 kilos más delgados que los automovilistas. La cifra surge de un estudio realizado en Europa a partir del análisis de 11.000 casos. Además, si bien no resulta demasiado novedoso, recuerdan que también ahorran dinero.
El proyecto Pasta (que es la sigla de Actividad física a través de Aproximaciones de Transporte Sustentable, en inglés), financiado por la Unión Europea, consistió en una encuesta a voluntarios de Amberes (Bélgica), Örebro (Suecia), Barcelona (España), Londres (Inglaterra), Viena (Austria) y Zurich (Alemania) para averiguar qué medios de transporte utilizan y cuánto tiempo dedican a diario a desplazarse.
De acuerdo con el informe, publicado ayer en Bruselas, la UE busca impulsar una forma de movilidad sostenible y saludable, en particular, fomentando la bicicleta y el circular a pie. Sólo una hora de bici quema más de 500 calorías (dependiendo de la inclinación y de la velocidad) y mejora el ritmo cardíaco, lo que hace que disminuya el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Además, se usan una gran variedad de músculos, como los cuádriceps, los isquiotibiales y hasta el corazón. Por otra parte, no se ejerce presión sobre las articulaciones, como sí ocurre al correr o con otras formas de ejercicio aeróbico. En una investigación de 2008, detectaron que tras seis semanas de bici a una intensidad baja y moderada la sensación de fatiga de los ciclista disminuía y se incrementaban los niveles de energía.
«Ser más activo puede hacer a una persona más sana, ahorrar dinero y mejorar su vida», señala el experto británico en transporte y asesor del proyecto Adrian Davies. «En vez de ir al gimnasio, piense por ejemplo si puede ir a trabajar en bicicleta», recomendó.
Consultado por el diario Clarín, Jorge Navarro, presidente de la Sociedad Argentina de Lucha contra el Sedentarismo destacó que «el ciclismo urbano ayuda a preservar el peso saludable. En el caso de las personas con sobrepeso u obesidad, deberían antes ver al médico para ver si pueden adopta el hábito de la bicicleta. En el caso de Buenos Aires, desde 2010 tiene bicisendas, pero se está produciendo un cambio cultural para que más gente se incorpore al ciclismo».