El Informador / CIUDAD DE MÉXICO (31/JUL/2016) .- La mayoría de las personas reconoce la importancia de una buena alimentación junto con una rutina física para mantener un cuerpo saludable , pero pocos saben que la mente también necesita ejercitarse.
Expertos consideran que los cambios en el cerebro pueden comenzar incluso desde dos décadas antes de que los síntomas de la enfermedad de Alzheimer aparezcan, pero recientes investigaciones indican que hay una forma de ayudar al cerebro a construir conexiones neuronales nuevas de manera continua.
De acuerdo con la vicepresidente de Desarrollo de Programas en Belmont Village Senior Living, Beverly Sanborn, «así como se entrena para ganar masa muscular o fuerza, se necesita mantener la mente activa, sobre todo mientras entramos en años, para así construir una reserva cognitiva que ayude al cerebro a evitar problemas de pérdida de memoria».
En un comunicado de la empresa especializada en el cuidado de personas mayores, la especialista recomienda una dieta baja en sal y en grasas saturadas, frutas con piel de colores intensos, vegetales de hoja verde y granos integrales, además de DHA Omega 3.
También hacer ejercicio por 30 minutos al día, incluyendo algo de cardio y fuerza en el entrenamiento, así como retar a la mente encontrando maneras de hacer que las diferentes áreas del cerebro se conecten e interactúen, como leer artículos controversiales y platicarlos con alguien al respecto.
Otro de los consejos es usar la mente y el cuerpo simultáneamente con actividades como bailar o las que necesiten de estrategia o movimientos complejos, además de elegir algo nuevo, algo que siempre se quiso aprender, pero nunca se tuvo el tiempo de hacerlo.
Sanborn menciona que uno de los puntos negativos para el cerebro es el aislarse y estar inactivo, ya que puede llevar a la depresión, lo cual contribuye al desarrollo de ciertas demencias.
Explica que el estrés crónico libera un cúmulo de hormonas como el cortisol, que eventualmente van a afectar las áreas cerebrales que regulan la memoria y las funciones cognitivas.
También indica que la falta de sueño altera la regulación natural de los ciclos y de los procesos restaurativos del sistema nervioso central.
Ante ello, sugiere evitar las interrupciones y cambios de actividad constante, pues interfiere con la memoria a corto y mediano plazo, los cerebros maduros tienen mayor dificultad para cambiar entre una y otra tarea, poner atención y concentrarse es la mejor recomendación.
Además, recomienda ser más espiritual y mantener un propósito en la vida para sentir que ésta tiene significado y que se tiene control de ello, facilitando emociones y actitudes positivas que fortalecen el cerebro.
«Si bien no hay cura para una enfermedad como el Alzheimer, cuidar el cerebro y ponerle atención es la mejor forma de mantenerlo saludable y detener su deterioro», refiere la gerontóloga.
No importa si ya se es mayor o si ya existe un leve deterioro de la memoria, es posible fortalecerlo siguiendo estos consejos, subraya.
«En mi experiencia, hemos visto mejoría en personas con pérdida temprana de memoria, una vez que han comenzado a practicar regularmente estos consejos y son apoyados por personal especializado», aseguró.