La Nacion / La onicofagia es el nombre que lleva el mal hábito de morderse las uñas y, más allá de ser un problema estético en las manos, constituye un trastorno de carácter psicológico, remarcan los especialistas.
El hipnoterapeuta, José Luis Rojas , dice que «independientemente del daño producido en la piel, que va desde infectarse al quedar las capas más profundas de la piel al descubierto hasta crear callosidades por la permanente autoagresión, hay también otras consecuencias y estas son dentales, ya que el hábito crónico de morderse las uñas puede aumentar la incidencia de caries e infecciones de las encías por bacterias existentes en las uñas, incluso hay casos en los que modifica la mordida y se daña el esmalte dental».
El mal hábito puede acarrear asimismo problemas digestivos, debido a la gran cantidad de bacterias que se ingieren, además de estar latente la posibilidad de que se agrave y genere otras manías.
Rojas remarca que la onicofagia puede aparecer por distintos motivos, tales como el estrés diario, ante cambios drásticos en la vida de una persona (separaciones, muertes) o en personas que buscan calmarse cuando se encuentran ansiosos, nerviosos o angustiados y en quienes padecen frustración, rabia, baja autoestima o timidez, por lo que resulta ser un trastorno bastante común.
TRATAMIENTO Es posible terminar con este trastorno a través de un efectivo tratamiento: la hipnosis , para lo que se necesita solo una o dos sesiones.
El psicólogo explica que se interviene a nivel inconsciente, modificando el concepto detrás del mal hábito, potenciando el deseo de unas manos sanas, bonitas y cuidadas como una herramienta que le dará seguridad en su postura frente a los demás.
El especialista explica que la hipnosis, a diferencia de lo que se ve en televisión, es una técnica terapéutica confiable y con un amplio respaldo científico. Con ella se puede tratar los más diversos problemas con tranquilidad. ?
«Es importante que se sepa que durante un proceso de hipnosis siempre la persona está consciente de lo que ocurre a su alrededor, recordará todo lo sucedido y no es posible obligarla a hacer cosas que no quiera», completa.