El Nacional / Necesitas agua en tu cuerpo para que éste funcione. Cada una de nuestras células requiere de agua para seguir viviendo. Con ella regulamos la temperatura, mantenemos las articulaciones protegemos los órganos y podemos tener una digestiónnormal. La mayoría de nosotros tomamos varios vasos de agua al día. Sin embargo, ¿cuánta es realmente suficiente?
En el invierno, con sus días grises y fríos, nos descuidamos.
1.- Comodidad vs. peligro: Mito: Deshidratarse es incómodo, pero no peligroso. Hecho: La mayoría de las personas que no consume suficiente agua sufre de dolores de cabeza, náuseas, baja en la cantidad de orina o en la sudoración. Muchos de esos síntomas se arreglan consumiendo agua. De no hacerlo, sin embargo, un reporte de la Clínica Mayo en EE.UU. informó que el problema puede ser mucho mayor y incluir inflamación del cerebro, convulsiones, falla renal, o incluso la muerte. Hay que asegurarse de tomar, al menos, 2.5 litros de agua cada día en cualquiera de sus formas. Hay que prestar atención, especialmente, en los niños que suelen distraerse y, en especial, luego de episodios como diarrea, mareos, vómitos, fiebre, irritabilidad y confusión.
2.- Sed vs. deshidratación: Mito: Si te da sed es porque ya estás deshidratado. Hecho: No es demasiado tarde. De hecho, la sed no es más que el cuerpo recordándote que el agua es un elemento vital y necesitas recargarlo. «Cuando sientes sed, el déficit de agua en tu cuerpo es apenas trivial, es un sensor comenzando a encenderse», comentó Stanley Goldfarb, profesor de medicina de la Universidad de Pennsylvania. El académico agregó que somos tan sensibles, que nuestro cerebro es capaz de detectar hasta un descenso del 1% en nuestra agua corporal. Goldfarb aseguró que no debemos «mirar en menos» a los humanos: «La comercialización y la industrialización de productos como el agua han creado una idea de que las personas son débiles», en referencia a que olvidamos nuestra habilidad para controlar, soportar y satisfacer la sed y que nos permitió evolucionar, a diferencia de otras especies. «Sobrevivimos por cientos de miles de años y ahora de repente todos creen que las personas no saben cuándo tomar agua», agregó.
3.- No es para todos lo mismo… Mito: Todos necesitamos tomar 8 vasos de agua por día. Hecho: Esta regla está desactualizada y sigue en vigencia sólo en muchas campañas publicitarias de marcas del rubro. Entonces, ¿cuánta agua tomar? El Instituto de Medicina de EE.UU. recomienda que los hombres tomen entre 3 y 3,5 litros por día (dependiendo del tamaño del vaso, podría ser entre 10 y 15 diariamente). En tanto, las mujeres deben llegar hasta los 2,2 litros. Ten en cuenta que estos niveles se refieren a todo el líquido que consumes: Té, jugos, café, leche, etc. Incluso la comida cuenta: cerca del 20% de la hidratación que reciben las personas proviene de los alimentos, en especial productos como las sandías o los pepinos. Al final del día (literalmente) cuánta agua tomar depende de factores personales y es una respuesta extremadamente personal: Lo que calme tu sed.
4.- Hidratación vs. orina: Mito: Tener una orina sin color es signo que estás bien hidratado. Hecho: Si bien no es mala idea poner siempre atención a cómo se presenta tu orina (sí, sabemos que no es el mejor panorama para el invierno), los estudios muestran que no es confiable en un 100% como indicador de qué tan bien hidratado se encuentra tu cuerpo. Esto, porque muchos alimentos, suplementos y medicamentos cambian el color, el olor y la densidad de la orina. Según el director de estudios del Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad de Connecticut, la mejor forma de mantenerse hidratado es hacer caso a la sed y tener una rutina diaria de consumo de líquidos que permita tener un control sobre la ingesta.
5.- ¿Nunca es demasiado? Mito: Se puede tomar toda el agua que se quiera. Hecho: La sobre hidratación puede ser extremadamente peligrosa, aunque muy infrecuente. Beber demasiada agua lleva a un estado conocido como «hiponatremia», en los cuales los niveles de socio en el cuerpo se encuentran tan diluidos que las células comienzan a hincharse, según explicó un informe de la Clínica Mayo.
Los síntomas son, en general, náusea, vómitos, jaqueca, confusión y fatiga y podrían escalar hasta las convulsiones y el coma. ¿Cómo evitarlo? Simple, los expertos recomiendan beber cuando se tiene sed, y no sobrepasar el límite de tolerancia, tanto en la deshidratación como en el exceso de líquidos, el cuerpo siempre avisa a través de los sentidos.
6.- ¿Cuándo tomar bebidas deportivas? Mito: El ejercicio requiere que compres bebidas que reponen sales y «rehidratan». Hecho: Si tu entrenamiento dura alrededor de una hora, el agua es más que suficiente. No necesitas reponer electrolitos y otros compuestos si tu entrenamiento no es extremo o dura, a lo menos, 90 minutos. Los deportistas de alto rendimiento sí necesitan este tipo de bebidas que mezclan cantidades ideales de azúcar y sodio. Pero una persona normal, que practica deporte como actividad recreativa podría estar cometiendo un error al elegirlos. ¿Qué hacer? Prepara tus propias bebidas reponedoras con vegetales y frutas (como el pepino). O bien simplemente recuerda que el agua es la opción más natural y barata que puedes tomar.
7.- Café vs. hidratación: Mito: El café te deshidrata y no cuenta como líquido. Hecho: Esto es verdad sólo si te excedes. Efectivamente la cafeína tiene un efecto deshidratante, sin embargo, el agua de éstas mismas bebidas contrarresta ese efecto. Consumir cerca de 500mg. de cafeína por día (unas 5 tazas) podría acelerar un caso de deshidratación si has olvidado consumir la cantidad necesaria por día.