El Heraldo / La Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC, en inglés), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentó el miércoles las conclusiones de uno de sus estudios en el que se manifiesta que una posible causa del cáncer de esófago se le podría atribuir a las bebidas extremadamente calientes. «Los resultados sugieren que es la temperatura, más que la bebida en sí, la que parece ser la responsable», ha dicho Christopher Wild, director del IARC.
De acuerdo con Miguel Antonio Gómez García, oncólogo colombiano que actualmente labora en Barranquilla, cuando se ingieren bebidas con altas temperaturas no solo se producen quemaduras, laceraciones, y posteriormente úlceras, «sino que se predispone a que en esas úlceras o secreciones de continuidad del tubo digestivo, en este caso el esófago, habiten bacterias como el Helicobacter pylori, hongos o virus», lo que a su vez produce procesos gástricos como el reflujo gastroesofágico y aumenta el riesgo de desencadenar un cáncer de esófago e incluso gástrico.
Según Gómez, la exposición crónica y continua a este hábito inadecuado, acompañada por el factor genético que siempre influye para desarrollar cualquier tumoración, incrementa las probabilidades de padecer de este tipo de cáncer, que no solo afecta a la población adulta, pues «actualmente se puede detectar también en jóvenes».
Desde 1991 se ha tratado de calificar al café y el mate como posibles sustancias cancerígenas, aunque nunca se ha encontrado evidencia concreta de ello. La IARC expresó que el verdadero problema radica en la temperatura a la que se ingieren estas y otras bebidas, ya que, según lo hallado, cuando pasan los 65 grados centígrados pueden provocar cáncer de esófago.
«Estudios en China, Irán, Turquía y Sudamérica, donde tradicionalmente se bebe té y mate muy caliente (a unos 70 grados), han mostrado que el riesgo de cáncer de esófago aumenta en función de la temperatura de la bebida», dijo la IARC.
En América Latina. Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, opinó sobre el anuncio que «en un país como España la gente no debería prestar mucha atención, pues no se consumen especialmente bebidas muy calientes», y agregó que más bien en países de América Latina, donde se bebe mucho mate a altas temperaturas, sí se debería atender a este problema.
Y es que precisamente por ese tipo de observaciones que centraban a países latinoamericanos en el foco del problema las que impulsaron la realización de la investigación.
Dana Loomis, uno de los responsables del informe, aseguró que el estudio se comenzó a efectuar porque se notó que los índices de cáncer de esófago eran inusualmente altos en lugares donde es costumbre consumir bebidas muy calientes. Además, resaltó el hecho de que «incluso a temperaturas de menos de 60 grados, los líquidos dañan el tejido del tracto digestivo, lo que podría producir tumores, aunque las pruebas son limitadas».
En cifras
De acuerdo con la IARC, el cáncer de esófago es una de las ocho formas más habituales en las que esa enfermedad se manifiesta en todo el mundo y es responsable de unas 400.000 muertes al año, es decir, en torno al 5% del total de las causadas por cáncer, aunque precisó que «se desconoce la proporción en que los casos de cáncer de esófago puedan estar relacionados con el consumo de bebidas muy calientes».
Otras bebidas
El mate. Es una infusión tradicional en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Brasil, que por lo general es tomada a unos 70 grados.
El té. Infusión popular en Asia, Oriente Medio y Latinoamérica, que es tomada por encima de 65 grados puede causar problemas gástricos.
*Con información de Efe