El Clarín / Los diseñadores de políticas públicas enfrentan desafíos sin precedentes. Uno esencial es reducir la malnutrición en sus múltiples formas. Es decir, combatir la desnutrición y la obesidad junto a las enfermedades asociadas, al mismo tiempo .
Existen múltiples caras de la malnutrición , como señala el Informe Global de Nutrición 2015. Al menos el 45% de los países se enfrentan a la desnutrición, así como a la obesidad o el sobrepeso .
En general, el progreso es demasiado lento y desigual. Por ejemplo, los avances en el tratamiento de la anemia entre las mujeres son prácticamente inexistentes.
El mundo también está fallando en cumplir con la meta mundial de frenar el aumento de las tasas de adultos con sobrepeso, obesidad y diabetes .
Hasta hoy existen mundos paralelos. Por un lado, las estrategias que abordan la desnutrición y el hambre. Por el otro, la problemática de la obesidad y sus complicaciones , que hasta hoy no ha generado en la Argentina ninguna respuesta concreta sistemática.
Ha llegado el momento de unificar estos mundos paralelos tanto desde la investigación hasta la agenda de política. A pesar de que las sinergias entre los enfoques han sido objeto de debate desde hace más de dos décadas, esto se puede lograr con el enfoque correcto, las intervenciones adecuadas, las políticas y el compromiso sostenido en paquetes acordados internacionalmente.
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No debería ser demasiado difícil identificar un conjunto de estrategias, dado que las causas de estas dos grandes problemáticas son similares : una interacción de mala alimentación y entornos que no favorecen modos de vida saludables. Sin embargo, por ejemplo, políticas que promuevan el consumo de carne, en aquellos que consumen demasiado poco, pueden fomentar un consumo muy alto para los que ya poseen altos niveles de ingesta.
Otro caso es el de los programas de protección social como las transferencias de efectivo (devolución de IVA, tarjetas para alimentos, planes, etc.). Pueden ayudar a los niños desnutridos, pero podrían tener resultados adversos en el peso. Deben ser administrados de manera de reducir al mínimo la posibilidad incremento de la obesidad y de enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas. Es necesario colaborar con los políticos frente a esta «nueva normalidad»: la malnutrición en todas sus formas.
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Luego de más de cuarenta años, la Argentina será el primer país latinoamericano en ser sede, en octubre de 2017, del Congreso Internacional de Nutrición, con el lema: «Desde la Ciencia a la seguridad nutricional». Organizado por la Sociedad Argentina de Nutrición, sus objetivos son estimular la investigación, capitalizar el avance de conocimientos alcanzados, discutir sobre temas de interés y fomentar la participación de los principales actores a nivel global.
Los avances científicos son herramientas fundamentales para desarrollar una nutrición saludable y segura que redundará en la prevención de la malnutrición en sus múltiples formas. Los Invitamos a ser parte activa desde donde puedan para comenzar a recorrer acertadamente el siglo XXI.