Caracas. En el pasado serenatas, flores o bombones y cartas de amor eran las formas usadas a la hora de cortejar. Hoy se apela al uso de las tecnologías para enamorar, para buscar pareja. «Mensajes de texto subidos de tono, grandes descotes, el estar ‘sexi’, los piropos, nos hace pensar que el romanticismo no se ha perdido, solo que ha cambiado, como cambia todo a través del tiempo».
Así se expresa la docente de la Universidad Central de Venezuela y orientadora en sexología Brigett Barrios , quien afirma que elementos como valores y patrones de crianza inciden en la forma de cortejar a una persona.
Señala que e l romanticismo está relacionado con una serie de acciones y conductas emitidas a través de la idealización de un evento , por ejemplo el primer amor, el primer beso, las miradas, la seducción y el cortejo.
Explica que l a seducción se vincula a las habilidades y manifestaciones, aspectos físicos y conductuales, que expresan la forma de ser de la persona , y que esta utiliza con el objetivo de conseguir el interés y la interacción con las demás personas.
«En películas de mediados del siglo XX el cortejo se desarrollaba en un clima romántico, de idealización de la persona deseada ; recordemos la película Cleopatra, cuando ella se envuelve en una alfombra para presentarse ante el César cual regalo exótico; en las de Pedro Infante sus canciones de amor eran llevadas en serenata a la mujer cortejada», afirmó.
Barrios asegura que las flores, los bombones y los regalos eran una manera romántica de enamorar y tenían que ver con el recato, la «inocencia» y el patriarcado, pues era el hombre quien siempre debía dar el primer paso para conquistar a su amada. «Las mujeres eran más vigiladas por sus padres, pues tenían que cuidar la virtud. El cortejo se estructuraba desde el permiso paterno para las visitas, los regalos».
Explica que a partir de los años 60 la sociedad del conocimiento crece, investigaciones sobre anticonceptivos y sexualidad llegan a los oídos de los jóvene s y acontecimientos mundiales tienen gran influencia en la manera como es vivida la sexualidad femenina, lo que propicia nuevas formas de cortejo.
Tiempos modernos . La orientadora describe cómo es el amor en estos tiempos . «Se puede observar desde nuestra cotidianidad que el romanticismo ha cambiado; cabría preguntarse: ¿será que existe el amor racional o la sexualización? Lo que sí es seguro es que las herramientas y medios para seducir o cortejar son el teléfono celular y las redes sociales, en las cuales emitimos un guiño o un corazoncito y ya es interpretado como un ‘ataque’, ‘echar los perros'».