Todos hemos escuchado decir alguna vez que el desayuno es la comida más importante del día.
Y aunque algunos científicos han empezado a cuestionar esta afirmación, ninguno disputa la importancia de un desayuno saludable.
El refranero popular aconseja que «desayunes como un rey, comas como un príncipe y cenes como un mendigo».
Pero, ¿cómo es, en realidad, el desayuno perfecto, según los expertos?
1. Alto en fibra: avena, cereales y fruta
Según Tedsone, es importante que la gente «piense en fibra» por las mañanas.
«No incluimos suficiente fibra en nuestra dieta y es fácil incorporarla al desayuno», le contó al periodista de salud de la BBC James Gallager.
Tedsone recomienda el porridge ogachas de avena, un plato muy popular en el Reino Unido y en los países escandinavos.
Se trata de un alimento rico en carbohidratos y fibra, y aporta mucha energía para afrontar el día, según los expertos.
La científica nutricionista Susan Jebb, quien además es profesora en la Universidad de Oxford, Reino Unido, está de acuerdo con Tedsone en que un buen desayuno debe ser rico en fibra y reconoce que las gachas de avena son «fantásticas».
Los desayunos ricos en fibra también incluyen fruta, pan integral y algunos tipos de cereales.
2. Bajo en grasas saturadas
Jebb considera que es importante ingerir «el número adecuado de calorías a lo largo del día» y que tendemos a «comer demasiadas».
Sus investigaciones giran en torno a cómo lo que comemos afecta el riesgo de ganar peso y qué intervenciones podrían ser efectivas para ayudar a la gente a perder los kilos de más que ponen en peligro su salud.
Y, en ese sentido, el típico desayuno inglés -que incluye tocineta, huevos revueltos y salchichas- no es la mejor opción.
Según Jebb, la gente come en exceso y es importante «frenar esto» porque «las dietas milagro son contraproducentes».
La nutricionista contó en el programa de BBC Health Check que un desayuno bueno para la salud debería ser «bajo en grasas y alto en carbohidratos nutritivos», como los que se encuentran en legumbres, frutas y vegetales.
3. Ni sal ni azúcar añadido
Según Jebb, una pieza de fruta fresca, guisada o seca podría servir para hacer que nuestro desayuno sea más dulce y apetecible al paladar, y es «mucho mejor que agregar azúcar morena o miel».
«Me gustaría animar a la gente a que incluya una pieza de fruta en el desayuno; es mucho mejor que el jugo de fruta porque de esta manera se puede obtener fibra directamente de la fruta intacta», explicó.
Algunos cereales altos en fibra, que en principio podrían ser válidos para un desayuno saludable, contienen sal y azúcar agregado.
Por eso la experta asegura que es necesario comprobar las etiquetas y los envases de los alimentos, ya que algunos tienen más o menos azúcar y sal añadida.
«Escoger los cereales adecuados para el desayuno es todo un reto», agregó la científica.